REDACCIÓN.- Es muy probable que en los últimos años haya escuchado "Feliz Día de Bobby Bonilla", pero ¿A qué se refiere esta frase? No abandone estas líneas y entérese de cómo un pelotero recibe un cheque anual por $1.19 millones sin hacer absolutamente nada.
Bobby Bonilla, nacido en el Bronx pero de origen puertorriqueño, tuvo una carrera de 16 años en las Grandes Ligas. Pero en 1999 hizo algo que le garantiza una estabilidad económica hasta 2035. O mejor dicho, no hizo mucho y consiguió un gran pacto.
Los metropolitanos lo firmaron en 1999 por $5.9 millones, misma cifra que recibiría para la temporada siguiente. Sin embargo, tras una decepcionante temporada en la que promedió .160, con cuatro jonrones, 18 remolcadas con un OBP (promedio de embasado) de .277 y un OPS de .303, decidieron dejarlo libre para el 2000.
Los Mets tenían la opción de hacer un pago único por los $5.9 millones correspondientes al segundo año de contrato, pero decidieron ofrecerle un salario fraccionado con intereses al 8% desde 2011.
¿Se equivocaron? Pues depende de la óptica que argumente el trato, porque para Bonilla fue el negocio del siglo. Desde 2011 y hasta 2035, cada primero de julio recibirá su cheque por $1.19 millones de dólares. Es decir, a largo plazo ganará unos $24 millones sin hacer absolutamente nada para los Mets.
¿Pero a qué se dedica Bonilla?
Con más de un millón de dólares al año asegurados, el pelotero Bobby Bonilla podría estar tranquilo en su casa en Florida disfrutando del mar, del béisbol o alguna pasión que tenga.
Sin embargo, según reseña Marca.com el expelotero que jugó en hasta 2001 (luego de ser despedido por los Mets vistió el uniforme de los Bravos de Atlanta y Cardenales de San Luis), trabaja dentro de la Asociación de Peloteros de las Grandes Ligas desde hace casi 20 años.
Bonilla también ha participado en otros eventos de caridad, como el Players Trust All-Star Golf Tournament, organizado por Dave Winfield y Joe Mauer en 2014. Además de imparti clínicas de béisbol tanto en Estados Unidos como Puerto Rico.
Y así, por un salario millonario y sin hacer absolutamente nada para la organización que desembolsa el dinero, se ha popularizado el "Feliz Día de Bobby Bonilla", una frase que estará presente cada 1° de julio por otros 14 años y que seguramente quedará para la historia cuando alguien obtenga un contrato sin dar mucho, o nada, a cambio.