REDACCIÓN.- Cuando la temporada de Grandes Ligas entra en su recta final, Yordan Álvarez se perfila como el Novato del Año de la Liga Americana. El pelotero de los Astros de Houston, de no haber sorpresas entre los electores, se convertiría en el quinto cubano en hacerse con el galardón.
El novel pelotero, de 22 años de edad, ha sabido mantener su promedio en una era de poder, de la cual también es partícipe con 21 cuadrangulares.
Álvarez, que debutó el 9 de junio, liga para .323, con un OPS de 1.102, ha remolcado 62 carreras y anotado 44 en 63 juegos. Los guarismos acumulados hasta ahora lo ubican como el novato más destacado del joven circuito.
De ganar, sería el quinto cubano que logra el premio -tercero en los últimos siete años- uniéndose así a Tony Oliva (1964), José Canseco (1986), José Fernández (2013) y José Abreu (2014).
Álvarez sorprendió desde su llegada a las mayores en un año en el que se esperaba que el dominicano Vladimir Guerrero Jr. fuese el novel a seguir. El cubano, que desde su segundo juego en la gran carpa, demostró que era capaz de llevar con facilidad la pelota del otro lado de la verja y aunque no acumulará muchos turnos, se podrá hacer con el premio al no haber un regla que lo impida, como por ejemplo con el título de bateo.
El cubano, que suma 229 turnos, podría ser el primer latino en obtener el galardón sin haber alcanzado 400 visitas al plato, lo que lo haría además miembro de un selecto club que integran: Willie McCovey (Gigantes) 1959, Al Bumbry (Orioles) 1973 L.N., Bob Horner (Bravos) 1978, Ryan Howard (Filis), L.N., 2005, Bob Hamelin (Reales)*, L.A., 1994, Wil Myers (Rays), L.A., 2013 y Shohei Ohtani (Angelinos), L.A., 2018.
Méritos de los otros Novatos del Año nacidos en Cuba
En 1964, su primera temporada completa luego de haber participado en 9 juegos en 1962 y 12 en 1963, Tony Oliva lideró los departamentos de promedio al batear para .323 anotadas con 109 indiscutibles al sumar 217 y dobles con 43, para así convertirse en el primer Novato del Año nacido en Cuba.
Los de la isla tuvieron que esperar 22 años para celebrar otro galardón de este tipo. Fue José Canseco, con su temporada de 1986, quien emuló a Oliva.
El slugger bateó apenas para .240, pero sus 33 cuadrangulares y 117 remolcadas (tercero en el torneo esa temporada) lo acreditaron como el Novato del Año de la Americana, al igual que su antecesor.
El exMarlins José Fernández se convertiría en 2013 en el primer -y hasta ahora único- lanzador cubano en ser reconocido con el premio.
El derecho, que falleció trágicamente en un accidente marítimo tres años después, conquistó 12 triunfos y exhibió un porcentaje de carreras limpias permitidas de 2.19. Además, propinó 187 ponches, 9.7 por cada nueve entradas de labor y su WHIP fue de 0.979.
Al año siguiente, el premio sería para otro cubano gracias a los batazos de José Abreu. El inicialista de los Medias Blancas de Chicago sacudió 36 cuadrangulares –el cuarto con más vuelacercas ese año- fletó 107 carreras y promedió para .317.