PARÍS.- Leyenda del tenis y también maestro de la controversia. "Kosovo es el corazón de Serbia. Stop a la violencia", escribió Novak Djokovic en una cámara de televisión tras ganar su primer partido de Roland Garros, abriendo una nueva polémica que se añade a la larga lista que ha protagonizado.
El inicio de la búsqueda de su 23º título de Grand Slam en la tierra batida parisina, que significaría romper el empate a 22 con Rafael Nadal y lograr una de las mayores hazañas deportivas de la historia, estuvo salpimentado de una controversia.
Una más en una larga lista de polémicas, malentendidos, pasos en falso o incomprensiones.
Acababa de derrotar en la Philippe Chatrier al estadounidense de origen serbio Aleksandar Kovacevic (6-3, 6-2, 7-6 [1]) y recogió el rotulador para escribir algunas palabras en cirílico en el cristal de la cámara.
"Kosovo es el corazón de Serbia. Stop a la violencia", fue su mensaje.
El número tres mundial se refería a la situación en el norte de Kosovo, teatro desde hace varios días de los enfrentamientos entre miembros de la fuerza internacional para Kosovo (KFOR), liderada por la OTAN, y manifestantes serbios que reclaman la salida de cuatro alcaldes albaneses en la región, elegidos en abril.
En rueda de prensa, el jugador dio explicaciones a los periodistas serbios: "Es un tema sensible, siento una responsabilidad suplementaria como personalidad pública y como hijo de un hombre nacido en Kosovo de aportar mi apoyo a todo el pueblo serbio. Es lo menos que puedo hacer. No soy un político y no tengo la intención de entrar en un debate".
No es la primera vez que el jugador se pronuncia sobre Kosovo. En enero de 2008, cuando logró su primer trofeo en el Abierto de Australia, declaró: "Kosovo es Serbia".
El país balcánico, apoyado por sus aliados Rusia y China, nunca ha reconocido la independencia de Kosovo, proclamada en 2008 por su antigua provincia, produciéndose desde entonces tensiones que a menudo explotan entre Belgrado y Pristina.
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El mensaje que estampó Djokovic en la cámara podría suponer una violación de la carta de ética de Roland Garros, que prohíbe el posicionamiento político o religioso.
"No sé si me van a sancionar", se limitó a decir en rueda de prensa.
"La frase de Djokovic no es una sorpresa", señala a la AFP Lukas Macek, investigador del instituto de ciencias políticas Jacques Delors, con sede en París.
"Novak es alguien que mantiene vínculos con algunos medios nacionalistas serbios y sus posiciones van a menudo en este sentido. Pero la cuestión de Kosovo, incluso para los serbios muy moderados, es todavía una herida, un tema delicado y doloroso", argumentó.
Su posición contra la vacuna anti-covid ha sido su polémica más famosa. Djokovic estuvo varios días retenido en Australia en enero 2022, siendo finalmente expulsado sin poder disputar el primer Grand Slam del año por no estar vacunado.
Djokovic mantiene su posición y por ejemplo este año no pudo competir en Indian Wells y Miami.
"Sobre todo tiene opiniones que no están en el 'mainstream' occidental. Sin duda tiene una parte provocadora", añadió Macek.
El jugador ya había escandalizado al mundo en plena pandemia, cuando organizó un torneo por varios países de la exYugoslavia, provocando una cascada de contagios cuando gran parte del mundo vivía confinada.
Otro de sus 'hits', su descalificación en los octavos del US Open 2020 tras haber dado un violento pelotazo, de manera involuntaria, a una juez de línea.
Sus intentos por liderar una reorganización del circuito masculino también han provocado suspicacias.
Por encima de todo, su personalidad, un enigma para muchos, que parece "cortar los puentes de una popularidad a la altura de su talento", señaló hace algunos años un director de torneo.
FUENTE: AFP