BARCELONA. MÚNICH.- dpa.
El club azulgrana aprovechó la expulsión de Fernando Torres para remontar el marcador en el segundo tiempo
BARCELONA. MÚNICH.- dpa.
El uruguayo Luis Suárez transformó este martes el panorama del Barcelona en la Liga de Campeones al voltear con dos goles de depredador en el Camp Nou la emocionante ida de los cuartos de final frente al Atlético de Madrid.
Los vigentes campeones europeos llegarán con un 2-1 y la eliminatoria abierta al estadio Vicente Calderón en dos semanas gracias también al español Fernando Torres, que protagonizó lo mejor y lo peor del Atlético.
El delantero rojiblanco puso contra las cuerdas a los dirigidos por Luis Enrique en el 24' al adelantar al Atlético con un gol marca de la casa. Pero, apenas diez minutos después, también puso la remontada azulgrana en bandeja al ser expulsado y dejar a su equipo con diez durante casi una hora.
La historia de la eliminatoria más explosiva e igualada de los cuartos de final de la Champions probablemente sería otra sin la expulsión de Torres y si Suárez no tuviera el olfato goleador, que exhibió en el 63' y en el 74' para voltear un duelo que, por momentos, vio al Barcelona más desorientado de la temporada.
Pese a dominar los primeros 25 minutos del duelo con paciencia e inteligencia y el juego al que invitaba la disposición de los de Simeone, el Barcelona se crispó en cuanto recibió un gol.
El Atlético marcó en su primera ocasión clara, una jugada mal defendida por los azulgrana, que dejaron demasiado libre a Torres, una de las bestias negras del Barcelona.
El sexto tanto del delantero rojiblanco en su historia en el Camp Nou llegó en un despiste de los zagueros azulgrana, más pendientes de Koke, el autor del pase, que de Torres, que recibió el balón cerca del punto de penal y disparó de primera para batir a André Ter Stegen por debajo de las piernas.
No se había llegado a la media hora de partido y el Atlético ya había logrado el objetivo que se había propuesto: marcar un gol en el Camp Nou, que pudieron ser dos, de no ser por una mano salvadora de Ter Stegen ante un disparo de Antoine Griezmann.
A partir de entonces, la orden de Simeone a sus hombres fue clara: reculen y pierdan todo el tiempo posible.
Sucedió que los rojiblancos comenzaron a emplearse con excesiva dureza ante los ataques del Barcelona y, en cuestión de cinco minutos, el héroe del Atlético se convirtió en villano.
Corría apenas el minuto 35 cuando Torres dejó a su equipo con diez hombres al ser expulsado con dos amarillas. El internacional español vio la primera tarjeta por una patada a Neymar. Y la segunda, por una entrada por detrás a Sergio Busquets, en el mediocampo, en una jugada sin peligro alguno para los rojiblancos.
El Atlético tuvo que gestionar lo que quedaba de duelo con un jugador menos, pero con el botín que ansiaba ya logrado.
Y el Barcelona, con una superioridad numérica que no supo aprovechar hasta la pausa. Nerviosos y precipitados, los de Luis Enrique se acercaron al arco defendido por el esloveno Jan Oblak con demasiadas dudas y poca precisión.
Sólo Andrés Iniesta se salvó del desgobierno de los azulgrana y puso juego y sentido al ataque del Barcelona, que no encontró a Luis Suárez ni a Neymar.
Cojo en dos de sus patas, el tridente funcionó sólo con la de Lionel Messi que, con menos clarividencia que en otras noches y sin acierto en su empeño de jugar por dentro, protagonizó las ocasiones más claras del Barcelona.
Los de Luis Enrique afrontaron la segunda parte del duelo en la situación más crítica en lo que va de temporada: después de perder en Liga ante el Real Madrid y con el temor de una despedida precipitada de la Champions.
Tanto fue así que, en los dos primeros minutos a la vuelta de la pausa, el Atlético tuvo dos claras ocasiones para ampliar su marcador.
Pero una chilena de Messi ejerció de despertador del Barcelona que, a partir de entonces, fue una auténtica pesadilla para la zaga rojiblanca, que ya no salió de su área.
En cinco minutos, el astro argentino y Neymar protagonizaron cinco ocasiones que pudieron acabar en gol.
El tanto azulgrana, sin embargo, lo firmó Suárez, el más apagado del tridente hasta entonces, en un remate muy suyo. El uruguayo pescó, solo ante el arquero, un mal disparo de Jordi Alba, que luego convirtió en un gol salvador.
El Barcelona vio así recompensada su clara superioridad en la segunda parte y, más sereno y el Atlético sin apenas capacidad para salir de su área, se fue en busca del tanto que volteara el duelo y lo llevara con ventaja al Calderón.
Lo firmó, de nuevo, Suárez, en un testarazo impecable a centro de Dani Alves.
El uruguayo, que había sido invisible durante casi hora, salió del Camp Nou como salvador de los azulgrana, que aún tendrán que ganarse su pase a semifinales en lo que se anuncia como un apasionante duelo en el estadio rojiblanco.
El Bayern venció al Benfica con gol madrugador
El Bayern Múnich dio un paso adelante en busca de las semifinales de la Liga de Campeones de fútbol al ganarle 1-0 al Benfica, aunque dejó abierta la eliminatoria de los cuartos de final para la revancha que se jugará en Portugal.
El campeón alemán se adelantó a los dos minutos con un gol de cabeza del chileno Arturo Vidal y parecía que podía sentenciar la serie en casa, pero el Benfica creció con el correr de los minutos y tuvo ocasiones de empatar en la segunda parte.
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