Los Dolphins se encuentran en el proceso de unir al equipo y convertirse en una auténtica fuerza en la próxima y temporada.
La campaña pasada el relajo de un pequeño grupo de jugadores arruinó el trabajo, para el 2025 se hizo una limpieza y los surfloridanos empiezan una nueva era
Los Dolphins se encuentran en el proceso de unir al equipo y convertirse en una auténtica fuerza en la próxima y temporada.
Atrás queda la fallida campaña del 2024 con un decepcionante récord 8-9 y el sabor amargo que el pobre desempeño se debió a la indisciplina de algunos jugadores.
Las tardanzas, la falta de compromiso y los conflictos internos tuvieron en el escuadrón de Miami un efecto devastador. La consecuencia más grave de ese relajo fue que los Dolphins se ganaron la fama en la NFL de ser un equipo blando.
El entrenador de los surfloridanos Mike McDaniel reveló que cinco jugadores en la plantilla del 2024 acapararon la mitad de las multas por distracciones como tardanzas.
McDaniel se cuidó se dar nombres y calló las faltas más graves, pero entre temporadas hizo la limpieza correspondiente.
Trascendió que el estratega tenía una pésima relación con Jaylen Ramsey. El cornerback fue uno de los primeros que salió del club, junto con Odell Beckham Jr. y Jevon Holland.
Tyreek Hill cometió el más grave delito en el football al negarse a jugar en el último cuarto en el partido de cierre de campaña 2024. Luego el wide receiver se disculpó y sigue con los Dolphins porque se trata de un jugador excepcional, pero el quarterback Tua Tagovailoa afirmó que Hill debe reconstruir su relación con el grupo.
“La falta que cometió la vio todo el mundo”, comentó Tua. “No basta con pararse frente al grupo y pedir disculpas”.
Mientras muchas voces demandan que McDaniel ponga mano dura, el entrenador optó por darle el control de la disciplina a los veteranos del equipo.
Hasta ahora la fórmula viene dando resultados, pero hay muchos factores que intervienen para que el equipo vaya en la dirección correcta.
En primer lugar, los Dolphins separaron las manzanas podridas y luego incorporaron jóvenes talentosos que luchan por hacerse un espacio y triunfar en la NFL.
Como consecuencia de ello, el equipo de Miami se mantuvo invicto en los dos primeros partidos de la pretemporada con un empate 24-24 con los Bears en Chicago y una victoria 24-17 contra los Lions de Detroit.
Los Lions fueron uno de los dos mejores equipos en la pasada campaña regular con 15 triunfos y derrotarlos es un magnífico antecedente.
“Este año, en comparación con los anteriores, he visto la mayor competitividad entre mis jugadores”, comentó McDaniel, quien cumple el cuarto y último año de su contrato con los Dolphins. “El grupo se muestra muy unido, pese a que son 90 jugadores que luchan por estar en el roster final de 53”.
En efecto, a las 4 p.m. del 27 de agosto es la fecha tope para entregar la lista de jugadores en la NFL. Desde abril, la mayoría ha trabajado juntos pero llegó el momento del corte.
Los Dolphins debutarán en la temporada regular contra los Colts de Indianápolis, el 7 de septiembre de visitantes.
El equipo despierta muchas ilusiones pese a que hay algunos sectores flojos como los cornerbacks y los running backs.
Los coordinadores ofensivo y defensivo, Frank Smith y Anthony Weaver, respectivamente, coinciden en señalar que los frentes de ambos sectores son clave porque como primeras líneas irradian al resto de sus compañeros.
En la ofensiva los Dolphins se mantienen fuertes y en la defensiva adquirieron en el draft tres prospectos de gran presencia, Kenneth Grant, Jordan Phillips y Zeek Biggers, quienes han cambiado la cara al equipo.
De’Von Achane será el running back principal, pero el novato Ollie Gordon II asoma como una promesa y en la defensa del juego aéreo, el safety Minkah Fitzpatrick es una garantía por su experiencia y calidad.
Fitzpatrick volvió a los Dolphins en el canje que envió a Ramsey y al tight end Jonnu Smith a los Steelers de Pittsburgh.
Puede decirse que los Dolphins han mejorado de manera sustancial en todo sentido. Han incorporado talento joven y han abordado el problema de la indisciplina con seriedad. Ahora solo queda ratificar en la cancha esos buenos augurios que han despertado hasta ahora.