MIAMI.- EFE
El arquero David De Gea sería el mayor perjudicado en una investigación sobre abuso de menores
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Instalada en un remanso de paz estaba la selección española, con dos debates futbolísticos, en la portería y la zona del 9, que no perturbaban la paz que se respira en la Isla de Ré, cuando un escándalo sexual, en el que presuntamente está implicado David De Gea, cambió el paso y hasta puede condicionar la decisión final de Vicente del Bosque.
La "transición dulce", como bautizó el seleccionador español el cambio en la portería de la Roja de Iker Casillas por De Gea, se iba a producir en la Eurocopa 2016. Lo tenía decidido Del Bosque, que optó por no reconocerlo en público pero dejó pistas claras que conducían a su decisión.
Nunca en sus ocho años en el cargo cambió el portero del último amistoso antes de un gran torneo para el estreno. Si en el Mundial 2010 y 2014, más la Eurocopa 2012, fue Casillas el elegido ante Polonia, El Salvador y China, respectivamente, en esta ocasión fue De Gea el que defendió la portería española frente a Georgia.
La balanza se inclinaba hacia el relevo y hasta Casillas, públicamente, en más de una ocasión, ha reconocido que estaba agradecido con sólo estar en Francia, aclarando que aceptaría el rol que le tocase. En su carrera, cambios como el que ahora se puede producir se han sucedido en momentos que luego fueron claves para dar forma a la leyenda. La lesión de César Sánchez en su primera final de Liga de Campeones con el Real Madrid, o el bote de colonia de Santi Cañizares a días del Mundial de Corea y Japón.
Nada hacía pensar a De Gea que, de golpe, todo pudiese cambiar. Se había entrenado en el gimnasio y visto con sus compañeros el vídeo de análisis del primer rival de la Eurocopa, la República Checa. Jugaba una partida de la Play en buen ambiente, cuando un mensaje en su móvil le alertó de la noticia que publicaba 'eldiario.es'.
Su nombre y el de su querido Iker Muniain aparecen en un informe policial tras la declaración de una testigo protegida en el caso de la trama de corrupción de menores presuntamente liderada por el empresario de cine porno Ignacio Allende, alias Torbe. Muniain señalado por abuso; David por concertar esa cita. La noticia fue una bomba en el 'cuartel general' de la Roja.
Desde el inicio, De Gea fue consciente de lo que le venía encima. Rápido habló con su gente de confianza, la empresa de comunicación que cuida su imagen en cada paso que da, y llamó a su representante, el portugués Jorge Mendes. La primera idea de todos, salir a desmentir de inmediato antes de que la pelota creciese, se vio condicionada por el hábitat selección. El jugador está bajo amparo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y en un asunto tan delicado todo debería estar consensuado.
Siempre fue un tipo tranquilo De Gea, casi imperturbable en momentos en los que a otros deportistas les tiemblan las piernas. Intentó mantenerlo en un momento duro. Quería hablar y pidió a todo su equipo de trabajo que presionaran para hacerlo. Con rapidez se pudo el tema en manos de abogados y su deseo era reunirse con Del Bosque para dar un paso al frente.
La conversación llegó minutos antes del entrenamiento y Del Bosque dio luz verde. "Si estas preparado para enfrentarte a la rueda de prensa hazlo". De Gea lo prefería a un comunicado o unas preguntas a través de la web de la selección. Sus compañeros sabían el momento que encaraba y todos le respaldaron. Algunos con mucha complicidad. A un lado del escenario de la sala de prensa escuchaban con atención Gerard Piqué y Jordi Alba.
Entre bambalinas llegó una conversación que nadie vio. Un gesto de capitán. Piqué, acostumbrado a lidiar con asuntos de todo tipo en ruedas de prensa, tranquilizó al portero madrileño. "Estáte tranquilo, defiende tu inocencia con naturalidad", le aconsejó a segundos de encarar la comparecencia más difícil de su carrera.
Lo cumplió David. A tres días del inicio de su primera Eurocopa encaró todas las preguntas y declaró su inocencia. Segundos después saltaba a entrenarse como si nada. Sobre el césped un abrazo de un doctor que es amigo de todos, rebajaba la tensión. Juan Cota le conoce desde pequeño y sabe todo lo que está sintiendo. La paz en la que estaba instalada la selección quedó fulminada en la Isla de Ré. El deseo de todos, que no pase de este viernes un asunto escabroso que puede afectar a lo deportivo.
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