Una exhibición de Chris Froome en la cronoescalada disputada a través de 17 kilómetros entre Sallanches y Megève sentenció el Tour de Francia a falta de dos jornadas de montaña en los Alpes y el desfile de París. El británico ratificó, aunque había pocas dudas, su enorme superioridad.
De nuevo mostró su peor cara el colombiano Nairo Quintana, quien desveló problemas alérgicos que le impiden estar a su nivel. Perdió 1.10 minutos y ahora debe centrarse en pelear por un puesto en el podio con varios candidatos. Es cuarto en la general a 4.37 de Froome y tiene el tercer puesto a 21 segundos. Ese será el interés del Tour hasta París.
La crono puso en evidencia la progresión del holandés Dumoulin y la lucha denodada de su compatriota Bauke Mollema y del británico Adam Yates en la disciplina cronometrada. Ambos salvaron los muebles hundieron y conservaron sus puestos en la general.
El holandés perdió 1.25 minutos y el británico 1.23, ambos dentro de lo razonable. Sin embargo destaco el italiano Fabio Aru con una cuarta plaza muy meritora, empatado con el australiano Richie Porte, a 33 segundos del ganador.
68 Segundos, cinco candidatos, dos puestos de pódium
Con el maillot amarillo ya resuelto para el británico Chris Froome, la recta final del Tour de Francia se concentra en definir sus dos acompañantes en el pódium de París, una batalla ajustada que libran cinco candidatos separados por 68 segundos.
Entre el holandés Bauke Mollema, actualmente segundo de la general, y el australiano Richie Porte, sexto, hay una diferencia muy pequeña a la vista de las dos duras etapas alpinas que se avecinan en la que también están implicados el británico Adam Yates, el colombiano Nairo Quintana y el francés Romain Bardet.
Cuatro puertos de primera, dos de categoría especial, una llegada en alto serán los jueces de esta batalla de prestigio por acabar el próximo domingo en el podium de París, una posición que solo Quintana, segundo en 2013 y el año pasado, conoce de entre los candidatos.
Mollema parte con cierta ventaja pero también es quien más signos de debilidad ha mostrado desde que el Tour llegó a los Alpes. En la etapa del miércoles fue quien más tiempo cedió de entre los candidatos al pódium, un escenario que se repitió en la cronoescalada del jueves.
El ciclista del Trek cuenta con 24 segundos de ventaja sobre Yates y 45 frente a Quintana.
El joven corredor del Orica, la sensación del Tour a sus 23 años, se aferra al puesto sobre el pódium y al maillot blanco de mejor joven. En la crono fue el segundo que más tiempo perdió, pero el terreno que resta por delante es más propicio a sus dotes de escalador.
"Quedan aun jornadas difíciles y en las etapas de montaña me estoy sintiendo fuerte", advirtió el británico.
Su principal amenaza viene de Quintana, que ha pasado de optar a la victoria final a luchar por un escalón en el pódium final. El colombiano ha ido alejándose del primer puesto y ha acabado por reconocer que su nivel no es suficiente para rivalizar con Froome.
Tras la crono aseguró que sufre una especie de alergia que le impide rodar a su nivel normal. Además, tiene que afrontar el golpe moral que supone buscar un objetivo menor para un ciclista que venía al Tour a vencer y que se ha dado cuenta de que ya no podrá mejorar el segundo puesto del año pasado.
Su equipo no rezuma optimismo sobre la recuperación del colombiano, que tendría que recortar 20 segundos a Yates para subir al podium final.
Los mismos le separan del francés Bardet, quinto de la general y que parece lanzado hacia un pódium. El ciclista del AG2R cuenta con el apoyo del público y parece estar en un momento dulce, lo que le hace ser optimista.
"Quedan etapas muy difíciles y adecuadas para pasar al ataque", señaló el galo de 25 años, que no oculta que sueña con terminar entre los tres mejores.
En la crono fue el segundo mejor de entre los candidatos al pódium, sólo 9 segundos peor que Porte, un especialista en la disciplina y que aparece como el más fuerte de todos en la última semana.
El australiano del BMC paga los casi dos minutos que se dejó en la segunda etapa, cuando sufrió una avería mecánica y la asistencia tardó en llegar.
Pero en las dos últimas etapas de montaña es el único que ha sido capaz de seguir la rueda de Froome, su excompañero de equipo. En el ascenso al Ventoux también se vio perjudicado por el accidente que sufrió al chocar contra una moto de la televisión que no podía avanzar por la gran afluencia de público.
"Todavía hay espacio para mejorar posiciones y estoy dispuesto a luchar para conseguirlo. Estoy en buena forma, tengo un buen equipo y hay terreno para conseguirlo", aseguró el ciclista, al que le separan 44 segundos del tercer puesto.
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