Cuando niño, en algún momento, asistí a clases de Karate. Llegué a cinturón amarillo, aunque del arte marcial recuerdo poco, mejor dicho, nada. Salvo algunos nombres o terminologías del deporte. El Mawashi Geri se refiere a la patada circular, compuesta de un giro acelerado con la capacidad de infringir daño considerable.
Así de fulminante fue el escape de cuatro karatecas cubanos que abandonaron la delegación oficial de Cuba en Oaxtepec, estado de Morelos, México.
El torneo clasificatorio a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile y los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador de 2023 fue la puerta hacia la libertad y con su decisión le asestaron un golpe brutal a la dictadura castrista. Claudia C. Sánchez Pupo, Onelis Hernández Polledo, Maikel Alejandro Noriega Silverio y Lázaro Jordan Chapman Mora fueron los atletas.
Este constituye la primera “fuga” de deportistas cubanos en competencias oficiales del 2023.
En junio de 2022 otros cuatro karatecas cubanos abandonaron el equipo en Guatemala durante entrenamientos. En aquella ocasión se trató de Sunilda Ventosa, Gerardo Almenares, Darían Díaz y Yaidel Hernández.
El 2022 fue un año testigo de numerosos escapes. Según cifras conservadoras, al menos 62 deportistas y entrenadores escaparon en ese periodo. Entre los atletas que escaparon se encuentra el campeón olímpico de boxeo en Tokio 2020, Andy Cruz; y el también pugilista Dainier Peró, medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. A la lista hay que sumarle a Kevin Brown (67 kg) y Herich Ruiz (86 kg) quienes desertaron de la delegación nacional durante el Campeonato Continental celebrado en Guayaquil, Ecuador.
En la lucha, el monarca campeón olímpico de lucha grecorromana (59 kg) en Río 2016, Ismael Borrero, ancló en Acapulco, mientras que la taekwondoka Yamitsi Carbonell (+73 kg) dejó el equipo en Guadalajara.
En el atletismo sobresalen la jabalinista Yiselena Ballar y la discóbola Yaimé Pérez decidieron quedarse en EEUU.
La isla mayor de las Antillas se desangra. Entre los “caminantes” desde Nicaragua, los osados balseros, los que abrazaron el programa del patrocinio o aquellos que utilizan entrenamiento y rendimiento deportivo como “visa”; un denominador común revolotea en mentes y corazones: la libertad. Mientras casa fuga es una Mawashi Geri en el rostro del régimen castrista y sus consignas (justificaciones) obsoletas.