Hace algunos meses, los Dolphins de Miami no sabían cuál sería el futuro de su mariscal de campo Tua Tagovailoa. Después de sufrir dos conmociones cerebrales en la temporada anterior, la carrera del jugador estaba en riesgo, así como también la capacidad de la organización de encontrar el éxito que han buscado desde hace mucho tiempo.
Pero por fortuna para Tagovailoa y la divisa del sur de la Florida, las semanas previas al inicio de la vigente temporada marcharon de acuerdo a lo deseado. El mariscal de campo continuó progresando sin inconvenientes y los Dolphins han sentido el impacto de un jugador que, ahora más que nunca, luce como el pilar que podría liderarlos a romper la sequía de títulos de Miami.
"Está comenzando a ver el poder que tiene en esa posición", le comentó el entrenador Mike McDaniel a The Associated Press. "Cuando estás a cargo de iniciar la jugada y ejecutar cada una de ellas con el manejo de la pelota. Creo que está aprendiendo y disfrutando de eso más".
Tagovailoa está liderando a una ofensiva que se posiciona en el primer lugar de la liga en básicamente todas las estadísticas de mayor relevancia, incluyendo puntos (43.3) y yardas totales (550.3).
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El mariscal de campo de los Dolphins de Miami, Tua Tagovailoa, se estira durante una práctica del equipo, el 6 de junio de 2023.
AP Foto/Lynne Sladky
Los Dolphins, que comenzaron el año con tres victorias en igual cantidad de intentos, se medirán a los Bills de Búfalo el domingo y el estelar jugador no está visualizando ese desafío como cualquier otro.
"Tenemos que derrotar a esos tipos", aseguró. "Así es como lo veo. No pienso que haya alguna otra forma de mirarlo. Ellos son el siguiente equipo en la fila y así es como todos nuestros muchachos lo ven. No estamos preocupados por nadie más esta semana, con excepción de los Bills", agregó.
Luego de sufrir su segunda conmoción cerebral en la campaña anterior, Tagovailoa se perdió el único choque que los Dolphins disputaron en los playoffs y que terminó en derrota, justamente contra Búfalo.
"No pude hacer otra cosa más que verlo y ser un fanático. Sabía el plan de juego con el que llegamos al desafío. Fui un aficionado, pero también tenía una idea de las jugadas que iban a intentar. Siempre es difícil para cualquier competidor tener que sentarse y ver a su equipo salir a jugar", admitió.