Lionel Messi aterrizó en Pekín el sábado para disputar un duelo amistoso contra Australia en el recientemente renovado Estadio de los Trabajadores de Beijing con capacidad para 68.000 personas. Sin embargo, su llegada al país asiático no fue la esperada por el astro argentino, que hace unos días decidió su futuro con el Inter Miami.
Autoridades lo detuvieron porque no contaba con visa para ingresar a China. Migración detuvo al nuevo jugador del Inter Miami y casi tuvo que regresarse, pero para fortuna del futbolista y la Selección de Argentina, lo pudieron ayudar a conseguir un permiso especial de forma urgente.
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Según varios reportes, Messi se confundió ya que los ciudadanos de España pueden entrar a Taiwán sin problema alguno; sin embargo, creyó que este país formaba parte de China, por lo que no realizó la solicitud correspondiente para entrar a esta parte del mundo.
Pese a que el lenguaje fue un inconveniente entre Messi y las autoridades de China, éstas no tuvieron problema en atender el problema y tramitarle un visado especial y de urgencia para entrar al país de esta región.
En China se reencontrarán Argentina y Australia seis meses después de su enfrentamiento en los octavos de final de Catar 2022, en el cual la escuadra sudamericana se impuso por marcador de 2-1. El duelo será el 15 de junio.
Los aficionados chinos hicieron todo por acercarse a su héroe Messi, y las entradas para el juego oscilaron entre 580 y 4.800 yuanes (aproximadamente €620 euros) y se agotaron rápidamente.
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