“La esperanza es lo último que se pierde”, reza un viejo refrán y los Miami Marlins parecen estar apegados a él para clasificar a la postemporada, aunque las estadísticas y juego denotan lo contrario.
Los Marlins de Miami han tenido una temporada para el olvido en las Grandes Ligas y la clasificación a postemporada es una tarea complicada
“La esperanza es lo último que se pierde”, reza un viejo refrán y los Miami Marlins parecen estar apegados a él para clasificar a la postemporada, aunque las estadísticas y juego denotan lo contrario.
El conjunto floridano, que terminó en el sótano de la División Este de la Nacional con marca de 33 victorias y 63 derrotas en la primera mitad de la temporada, espera hacer mejor las cosas en la segunda parte para tratar de cambiar el rumbo del equipo esta campaña.
“Sabemos que tenemos un récord no muy bueno en esta primera mitad, vamos a tratar de hacer las cosas mejor en la segunda, sabemos las cosas que tenemos que hacer y debemos confiar en Dios, que él todo lo puede”, explicó el jardinero dominicano Bryan de La Cruz, quien ante la salida de peloteros como Miguel Rojas y ausencias por lesión como la de su compatriota y lanzador Sandy Alcántara, ha tomado las riendas del equipo.
El dominicano no solo se ha convertido en un líder del club en el clubhouse, también lo ha hecho en el terreno de juego con sus 16 jonrones y 44 remolcadas -líder dentro el equipo en ambos departamentos en lo que va de temporada-. Según TeamRankins.com, portal especializado en proyecciones deportivas, los Marlins terminarían esta temporada con récord adverso de 61 triunfos y 101 derrotas. Además, según el sitio, no tiene ninguna posibilidad de avanzar de ronda.
Pero afianzados a la esperanza y sus habilidades, los Marlins buscan quebrar todo pronóstico luego de la temporada pasada alcanzar los playoffs.
“No es un momento muy bueno, pero una de las cabezas en el clubhouse soy yo. Siempre les digo ‘vamos, vamos pa encima’ que nosotros somos mejores que esto’. Vamos a luchar y mantenernos fuertes”, agregó De la Cruz, que considera que los días libres por la pausa por el Juego de Estrellas -cuatro días libres-, pueden “servirnos para volver más fuertes”.
Si el ritmo de los Marlins no mejora y las proyecciones se cumplen, el conjunto de Miami registraría una temporada con más de 100 derrotas por cuarta vez en su historia. En 1998 cayeron en 108 ocasiones, hace cinco campañas perdieron 105 juegos y en 2013 - el segundo año en su actual estadio- sufrieron un centenar de reveses.
“Si vemos lo que ocurrió el año pasado, en el par de meses que jugamos de local, jugamos para .500, teníamos a Sandy (lesionado), Yuli y Soly (ya no están con el equipo). No los tenemos en esta ocasión, pero creo que ahora tenemos la oportunidad de responder como equipo y sacar lo mejor de cada uno”, comentó el inicialista Josh Bell, que en 2023 fue fundamental para que los Marlins lograran el boleto a postemporada tras unirse al equipo en la segunda mitad al llegar por la vía del cambio desde los Cleveland Guardians.
“Sé que puedo jugar mejor de lo que lo he hecho en los últimos meses. He comenzado a mejorar en tiempos recientes, pero todavía no he tocado la superficie de lo que puedo hacer. Sé que hay otros chicos en el clubhouse que piensan igual y si podemos revertir la situación, vamos a estar en un mejor lugar en los próximos meses”, agregó Bell, que esta campaña apenas batea para .228, con nueve cuadrangulares y 39 carreras remolcadas.
“El juego se basa en poder y velocidad. Tenemos a Jazz (Chisholm Jr.) que tiene la combinación de los dos, pero yo estoy más enganchado con el poder y creo que Burger diría lo mismo. Tenemos que encontrar a más tipos que puedan responder con dobles dígitos”, detalla Bell. “Si comenzamos a producir contra los abridores temprano, muchas cosas buenas pueden venir. Debemos llegar más temprano al bullpen (de los rivales) y añadir más carreras, pero no hemos estado haciéndolo”.
Otro planteamiento que puede tener el conjunto de Miami para esta segunda mitad de la campaña, que inicia este viernes 19 de julio en casa contra los New York Mets, es evaluar a profundidad las granjas y mirar para fortalecerse en el futuro.
Con la fecha límite de cambios pautada para el 30 de julio, es posible que algunas caras cambien en el equipo. Por ejemplo, podría salir el cerrador Tanner Scott, que suma 14 salvados o el propio De La Cruz en busca de piezas que permitan solidificar al equipo para un futuro próximo.
Así que a los Marlins no les queda de otra que intentarlo y aferrarse a la esperanza, como dice parte de la canción de Diego Torres: “Sé que las ventanas se pueden abrir, cambiar el aire depende de ti, te ayudará. Vale la pena una vez más saber que se puede, querer que se pueda…”, ya sea para este año o ya pensando en las próximas temporadas.