Los problemas de los Marlins de Miami en la receptoría fueron muchos a lo largo de la pasada temporada, en la que el conjunto del sur de la Florida se las arregló para, de igual forma, alcanzar los playoffs. Hubo distintas opciones y combinaciones dependiendo del abridor contrario, pero nada terminó dándole seguridad al mánager Skip Schumaker.
Rumbo a la venidera contienda de las Grandes Ligas, los peces necesitarán reforzar dicha posición si quieren mantener vivas sus esperanzas de regresar a octubre.
El veterano Christian Vázquez, quien estaría siendo ofertado por los Mellizos de Minnesota en este invierno, podría surgir como una opción interesante para la directiva de los Marlins en las próximas semanas. El boricua no solo cuenta con una hoja de vida interesante en el máximo escenario, sino que su valor actual también parece estar al alcance de una tropa de Miami que difícilmente hará movimientos de peso en el receso entre campañas.
Más allá de sus números, uno de los atractivos principales que puede tener el puertorriqueño para los Marlins es su experiencia en los playoffs. Vázquez ha llegado a la postemporada en cuatro ocasiones en su trayectoria y tiene dos anillos de Serie Mundial, uno con los Medias Rojas de Boston y otro con los Astros de Houston.
Eso le permite a Schumaker confiar su staff de lanzadores, en su mayoría repleto de jóvenes, en un receptor que puede guiarlos, en especial durante los momentos de mayor intensidad en los juegos.
El nativo de Bayamón viene de una temporada modesta en el cajón de bateo, en la que ligó apenas para un promedio de .223 en 355 apariciones al plato, con seis jonrones, 32 carreras impulsadas y una tasa de ponches del 23%.
Sin embargo, incluso esos números significarían una mejoría para los Marlins en comparación con los registrados por Jacob Stallings en 2023.
La gran traba podría estar en si el desempeño de Vázquez es suficiente como para que los Marlins decidan asumir el resto de su contrato por tres años y 30 millones de dólares, que firmó antes del inicio del torneo previo.
Pero con un respetable currículum ofensivo en 2022 y 2020, el boricua todavía ofrece esperanza de recuperación en el cajón de bateo a sus 33 años de edad. El costo debería ser el indicado y Miami necesita, con carácter de urgencia, un nuevo receptor para cuando llegue el próximo día inaugural.