Han pasado tan solo algunos días, pero los Marlins de Miami ya se sienten ganadores de la lotería con la adquisición de Jonathan Davis. El jugador, que llegó a la divisa sin hacer ningún tipo de ruido, ha tenido un extraordinario comienzo en su etapa con los peces, lo que ha servido como uno de los pocos aspectos positivos en la actual mala racha del combinado.
Davis, de 31 años de edad, había disputado 171 encuentros en las Grandes Ligas a lo largo de cinco temporadas con los Azulejos de Toronto, Yankees de Nueva York y Cerveceros de Milwaukee antes de sumarse a los Marlins. En ese tiempo, nunca había conectado tres imparables en un mismo compromiso.
La historia cambió el pasado miércoles, cuando Davis fue insertado en la alineación del mánager Skip Schumaker y finalizó de 4-3, con un cuadrangular, en la victoria de los Marlins 10-2 sobre los Rockies en esa faena. Mientras tanto, en la culminación de la serie el jueves, la nueva pieza de Miami se embasó en cinco oportunidades, gracias a un par de sencillos, un triple y dos boletos.
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"De 7-6, con algunos boletos y hits importantes", resumió Schumaker, en declaraciones recogidas por MLB.com. "Ha sido una inmensa adición. Imparables importantes tras imparables importantes. Ha sido un gran cambio hasta ahora".
Davis aseguró que se considera un jugador diferente este año. Después de no encontrar un puesto fijo en ninguna de sus novenas anteriores, el paleador llegó a un acuerdo con los Tigres de Detroit rumbo a 2023 y fue con la sucursal Triple A Toledo con la que modificó su enfoque en el cajón de bateo y llevó su preparación de los juegos a un siguiente nivel.
"Más que nada es mental. Diré que tengo una rutina mejor", explicó Davis. "Me conozco mejor. Sé lo que debo hacer, sin importar si estoy jugando o no".