Una temporada oscura tras la sorpresiva contienda de 2023 que llevó a los Marlins de Miami a los playoffs fue más que suficiente para que la divisa comprendiera que era momento de un cambio. Resulta complejo criticar el trabajo de un Skip Schumaker que hizo mucho con poco, pero el momento de encontrar a un dirigente con sabor fresco de gloria en la boca era fundamental.
¿Qué tal alguien que acaba de levantar el trofeo de la Serie Mundial con los Dodgers y lo suficientemente ambicioso como para abandonarlo todo y tomar las riendas de un equipo que no ofrece garantías de éxito en los próximos años? La unión ideal.
Eso fue lo que pensó la directiva de los Marlins cuando tomó la decisión de nombrar a Clayton McCullough, excoach de primera base de Los Ángeles, como el sucesor de Schumaker en el puesto y como el encargado de enderezar el rumbo de una organización que se despidió bien temprano del objetivo de repetir en octubre en esta pasada campaña.
McCullough, que se convirtió este mes en el décimo séptimo mánager en la historia de los Marlins, necesitó de pocas conversaciones con el alto mando del club para sentir que podía liderar a esta camada a un tercer anillo del "Clásico de Otoño".
"Cuando tuve la oportunidad de hablar con Peter (Bendix, presidente de operaciones de béisbol de los peces) sobre su visión de lo que iba a pasar aquí, la importancia de la cultura, de las personas y, sin duda alguna, de ganar, se sintió bien", aseguró el nuevo capataz en la rueda de prensa para oficializar su nombramiento el pasado lunes.
Miami finalizó la temporada 2024 con un balance de 62-100, lo que supuso el segundo certamen en los últimos seis años en que la divisa registró un centenar de reveses.
Con un ojo en el futuro, la directiva de los Marlins optó por cambiar a varios de sus mejores jugadores por prospectos.
"No quiero a un décimo octavo mánager", dijo Bruce Sherman, el propietario del conjunto. "Quiero a un décimo séptimo dirigente que se quede por muchos, muchos años", añadió.
Sin titubear
McCullough sostuvo varias videollamadas con Bendix y otros ejecutivos de los Marlins durante el último mes. Asimismo, se reunió en persona con ellos en su casa en Júpiter, Florida, poco después de que los Dodgers vencieran a los Yanquis para coronarse en la Serie Mundial y realizó un pequeño viaje a Miami para cenar con ellos.
"A medida que pasaban las reuniones, mi nivel de comodidad con todo el mundo se incrementó", contó McCullough. "Y mientras manejaba de vuelta a casa esa noche tras la cena solo pensaba en que era algo que esperaba que pudiera concretarse".
Sin embargo, una de las grandes diferencias para McCullough es que pasará de una organización que suele estar entre las más gastadoras de las Grandes Ligas a una que difícilmente lo hace.
No es algo que asuste al nuevo timonel en lo más mínimo.
"Hay muchas formas distintas de ganar. No hay garantías de que solo porque tengas un gran presupuesto vas a ganar. Los equipos exitosos están comprometidos a la atención a los detalles, a su preparación. A tomar un paso hacia adelante con cada día que pasa", sentenció McCullough.