Max Scherzer volvió a ser “Mad Max” en octubre. El veterano derecho de 41 años protagonizó una noche memorable en el Rogers Centre durante el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS), liderando a los Toronto Blue Jays a una contundente victoria por 8-2 sobre los Seattle Mariners y manteniendo vivas las esperanzas de llegar a la Serie Mundial.
Scherzer, con su característico fuego competitivo, lanzó 5 2/3 entradas de tres hits y dos carreras permitidas, ponchando a cinco bateadores en una actuación que recordó sus mejores años. Pero el momento más intenso de la noche llegó en el quinto inning, cuando el mánager John Schneider subió al montículo para retirarlo. Ante la mirada de miles de fanáticos y las cámaras de televisión, Scherzer lo encaró y le gritó que no saldría del juego. Schneider sonrió después al recordar la escena:
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/MLB/status/1979009256759153021?t=co9E-OJaN1Jvc4kgj5lYsA&s=19&partner=&hide_thread=false
“He estado esperando todo el año que Max me gritara en el montículo”, dijo el estratega. “En ese instante, más allá de los números o la estrategia, confié en la persona. Él quería seguir y le creí.”
Scherzer justificó esa confianza con otra entrada de dominio, reafirmando por qué ha sido una figura clave en todos los equipos por los que ha pasado. Desde sus años en Detroit, pasando por sus títulos con Washington Nationals y su liderazgo en Los Angeles Dodgers, el tres veces ganador del Cy Young siempre ha respondido cuando más se le necesita.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/BlueJays/status/1979006113321246920?t=JzOgx81fQXnaZk_NQ5MXWA&s=19&partner=&hide_thread=false
"Son situaciones en las que hay que ganar sí o sí", declaró Scherzer a Fox Sports. "Hay que darlo todo".
Con esta salida, Scherzer se convirtió en el cuarto lanzador en ganar un juego de ALCS a los 41 años o más y alcanzó el quinto lugar histórico en ponches de postemporada (176), solo por detrás de Justin Verlander, Clayton Kershaw, John Smoltz y Andy Pettitte. Además, fue el inicio número 500 de su carrera entre temporada regular y playoffs.
El veterano no solo dominó en la loma: mostró liderazgo, carácter y orgullo competitivo, recordándole a todos por qué sigue siendo uno de los nombres más temidos de octubre.