ZÚRICH.-dpa.
El argentino ganó su quinto Balón de Oro al superar en la votación a Cristiano Ronaldo y a Neymar
ZÚRICH.-dpa.
El argentino Lionel Messi ganó este lunes su quinto Balón de Oro al mejor jugador del año y reconquistó el trono del fútbol mundial después de dos triunfos seguidos de Cristiano Ronaldo.
El delantero, que ganó cinco de los seis títulos posibles en 2015 con el Barcelona y llegó a la final de la Copa América con Argentina, cumplió con los pronósticos que lo señalaban como gran favorito y volvió a poner tierra de por medio en su personal carrera con el atacante del Real Madrid.
"Es un momento muy especial volver a estar acá otra vez, después de estar dos años mirando desde allá como Cristiano lo ganaba", dijo un Messi visiblemente emocionado. "Es increíble que sea el quinto, es mucho más de lo que imaginaba cuando era chiquito".
"Quiero agradecer a todos los que me votaron, a mis compañeros de equipo y al fútbol, por que me hizo aprender tanto lo bueno como lo malo y me hizo crecer en la vida", añadió el delantero de 28 años, que se impuso con el 41,33 por ciento de los votos de capitanes, seleccionadores nacionales y periodistas de los países miembros de la FIFA.
Cristiano Ronaldo fue segundo con el 27,76 por ciento, mientras que Neymar, también del Barcelona, quedó tercero con 7,86.
Desde 2007, cuando el ganador fue Kaká, encargado hoy de entregar el trofeo, nadie que no sea el argentino o el portugués ha ganado el prestigioso galardón.
"Espero alcanzar a Messi", dijo Cristiano hace un año sobre el mismo escenario del Kongresshaus de Zúrich en el que hoy se coronó de nuevo Messi.
Entonces, el atlético, obsesivo y determinado futbolista portugués parecía capaz de todo. El Real Madrid acababa de ganar el Mundial de Clubes y era un cohete, mientras que el Barcelona estaba sumido en una crisis deportiva con Luis Enrique, su entrenador, colgando de un hilo.
Sin embargo, todo cambió en los siguientes doce meses y Cristiano seguirá, al menos un año más, en el club de los triganadores, junto a Johan Cruyff, Michel Platini y Marco van Basten.
Messi recupera el lugar que ocupó de 2009 a 2012 y vuelve a plantear la pregunta de cuántos galardanos más puede ganar antes de que decida poner fin a su carrera.
"Lo de Messi durará hasta que él quiera", dijo recientemente su entrenador en el Barcelona, Luis Enrique, que completó la fiesta azulgrana en la ciudad suiza al llevarse también el premio al mejor entrenador del año.
El regreso a la cima no parecía fácil hace dos temporadas. Messi vivió ese periodo entre lesiones, lejos de su mejor estado de forma. Aún así logró llegar a la final del Mundial de Brasil 2014 con Argentina, pero nunca dio su mejor versión.
"Fueron momentos duros en los que me dediqué a recuperarme y estar con mi familia", recordó hoy el jugador, mientras desde el público le miraba su pareja, Antonella Rocuzzo. "La verdad es que viajamos mucho y no siempre se puede".
Vestido de negro clásico, lejos de los atrevidos diseños que ensayó en ediciones precedentes, Messi, que en septiembre fue padre por segunda vez, mostró una imagen más madura, la de un hombre consciente de su posición en su club y en el fútbol.
La alegría regresó al Barcelona en cuanto regresó al corazón de Messi. A principios de 2015, el equipo estaba en crisis y la prensa hablaba de diferencias entre el crack y el entrenador.
Sin embargo, los pesos pesados del vestuario encontraron el modo de calmar las aguas. Messi recuperó la chispa en su juego y el Barcelona estuvo a punto de repetir la hazaña de conquistar los seis títulos en disputa en el año natural, como hizo en 2009.
Las dudas sobre si Messi debía o no continuar en el club quedaron enterradas. Con el argentino de nuevo en su mejor versión, el Barcelona sumó Liga, Copa del Rey, Liga de Campeones, Supercopa europea y Mundial de Clubes.
Sólo la Supercopa española se le escapó al club azulgrana, cuyos éxitos sentenciaron además al entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti. Una temporada sin títulos es sinónimo de despido en el club blanco, pero si además viene acompañada por una apoteosis barcelonista, la debacle es total.
Cristiano logró no obstante mantener la segunda posición entre las preferencias de los votantes.
"Yo estoy contento a nivel individual con mi rendimiento la pasada temporada. No he ganado ningún título, pero a nivel individual estoy contento con mi trabajo", dijo hoy el delantero de 30 años.
Luis Enrique, que no asistió a la gala, se impuso al también español Josep Guardiola, técnico del Bayern Múnich, y al argentino Jorge Sampaoli, seleccionador de Chile.
Estados Unidos, campeón del mundo femenino, fue el triunfador de la noche en el apartado de mujeres, con Carli Lloyd declarada mejor jugadora de 2015 y Jill Ellis mejor entrenadora.
El mejor once del año quedó conformado por Manuel Neuer; Thiago Silva, Marcelo, Sergio Ramos, Dani Alves; Andrés Iniesta, Luca Modric, Paul Pogba; Neymar, Lionel Messi, Cristiano Ronaldo.
El premio Puskas al mejor gol de 2015 fue para el brasileño Wendell Lira, del Goiano.
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