Una noche pudo haber cambiado el destino de Aroldis Chapman.
Según un reporte de USA Today, el lanzador cubano pasó de ser una figura apetecible en los círculos del béisbol a alguien que nadie quiere.
“No veo en este momento un mercado para él”, dijo Dan O´Dowd, exgerente general de los Rockies de Colorado. “Este escándalo es más grande que el juego en sí”.
El escándalo al que se refiere el ejecutivo se produjo el 30 de octubre en su casa de Davie, en el condado de Broward, cuando la policía debió acudir tras un incidente de violencia doméstica y en el que además el pitcher disparó en varias ocasiones su arma de fuego contra una pared.
Aunque la policía no radicó cargos, las Grandes Ligas sí están investigando el asunto después de haber aprobado un marco de reglas para castigar la violencia doméstica.
Según el USA Today, una encuesta informal con casi una docena de equipos reveló que nadie estaba dispuesto a hacerse de los servicios de Chapman, a quien los Rojos de Cincinnati trataron de cambiar a los Dodgers de Los Angeles, antes de que la transacción se cayera justo por el escándalo.
“Sé que en este momento no queremos nada con él”, dijo un ejecutivo de un equipo de la Liga Nacional que prefirió no ser nombrado. “Nuestro propietario jamás lo aceptaría. Y me parece que todos los otros equipos piensan lo mismo. Sabemos que con el talento que tiene se pueden cubrir algunas cosas, pero no violencia doméstica”.
Aun no se sabe con exactitud cuál será la conclusión de la investigación que hace MLB, que según pudiera terminar en la próxima primavera, pero independiente de la decisión se espera que reciba un castigo ejemplar, que además pudiera impactar en su bolsillo. En ese sentido, una suspensión de, 50 partidos por ejemplo, pudiera retrasarle un año la posibilidad de convertirse en agente libre.
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