Fotografía de archivo que muestra una vista interior del Marlins Park, en Miami, Florida.
AP/Jeff Roberson
Las Grandes Ligas busca un plan para desarrollar su temporada de 2020, pero que cada equipo juegue en su estadio podría ser decisión de las autoridades regionales o locales. Los Marlins de Miami no parecieran tener problemas para jugar sus compromisos en casa, aunque la declaración del gobernador de la Florida pudo generar molestias en el equipo y sus fanáticos.
En Florida, ya son varias las acciones permitidas ante la pandemia del coronavirus y Ron DeSantis considera que –si las Grandes Ligas inician pronto- el Marlins Park podrá utilizarse porque aunque se permitiera el ingreso al público habría riesgo de contagios de coronavirus, según el gobernador, por la baja asistencia con la que se ha caracterizado el parque de pelota.
"Uno va allí y de todos modos es una especie de distanciamiento social, porque el estadio generalmente solo tiene una cuarta parte", dijo DeSantis en días pasados en el programa de radio Sean Hannity.
En la temporada pasada, cuando el equipo quedó último en la División Este de la Liga Nacional tras perder más de 100 juegos, también fue último en promedio de asistencia en juegos locales. Los Marlins registraron 10.016 fanáticos por partido la campaña pasada, la peor cifra entre los 30 equipos de las mayores.
Los Marlins, que cuentan con un aforo de 37.000 puestos, además también registraron el juego con menor asistencia la zafra anterior: el 26 de agosto contra los Rojos de Cincinnati apenas ingresaron 5.297 fanáticos.
"Vas a los Marlins de Miami, por mucho que odio decirlo, no se están vendiendo", aseguró el gobernador de La Florida sobre el equipo que no alcanza la postemporada desde 2003, cuando ganaron su segundo título de Serie Mundial.
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