Teófimo López asegura que no será fácil despojarlo de su corona de rey del boxeo, y menos en Miami.
Teófimo López asegura que no será fácil despojarlo de su corona de rey del boxeo, y menos en Miami.
El hondureño nacido en Nueva York defenderá sus cuatro títulos de los ligeros de la Asociación, Consejo, Organización Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo contra el australiano George Kambosos Jr., en el Marlins Park el próximo 19 de junio.
La promotora Triller Fight Club puso 6.2 millones de dólares sobre la mesa y obtuvo el derecho a organizar la cartelera. El vencedor se llevará una bolsa de 2.3 millones de dólares.
“El que quiera ser el rey del boxeo tendrá que vencerme, pero eso no va a pasar”, advirtió el hondureño. “Sabía que eso vendría porque soy el número uno del mundo. Todos los que están debajo de mí desean mis cinturones y todo lo que yo tengo. Y eso me tiene motivado”.
También lo motiva el hecho de pelear en Miami, la segunda ciudad más populosa de inmigrantes hondureños después de Nueva Orleans.
Debido a que nació en el Brooklyn, hijo de padres hondureños, y por el hecho que se expresa mejor en inglés muchos lo consideran como estadounidense.
Para avivar más la polémica, la gloriosa noche del 17 de octubre en Las Vegas, cuando despojó de tres coronas al ucraniano Vasyl Lomachenko, el padre y entrenador de Teófimo subió al ring con una bandera hondureña para celebrar, y en ese momento el boxeador era entrevistado e hizo un ademán para contener a su padre y dio la impresión que hubiese tratado de impedir que luciera la bandera azul y blanca de las cinco estrellas.
“Yo soy latino, yo no me miro como un americano, soy puro catracho”, afirmó López. “Tengo familia en Tegucigalpa y también en San Pedro Sulá. Estoy muy orgulloso de ser hondureño".
Se le cuestiona porque no posee un dominio fluido del idioma español.
“Ahora estoy practicando hablar más en español”, indicó el pugilista de 23 años. “Es la cosa más importante en mi carrera, pero también para mi gente”.
Donde Teófimo es indiscutible es dentro de los cuadriláteros. ESPN lo considera como el mejor boxeador en la actualidad y en el 2020 fue elegido como el mejor púgil del año.
Incluso puede ser considerado después de Saúl “Canelo” Álvarez como el boxeador de mayor atracción.
Precisamente, en febrero pasado, Canelo peleó en Miami y agotó los 15.000 boletos disponibles en el Hard Rock Stadium, en la gran jornada que ganó por KO en el tercer asalto al turco Avni Yildirim.
Desde entonces, el sur de la Florida ha recuperado su prestigio y actividad como gran centro del boxeo mundial.
En el área de Miami pelearon anteriormente Muhammad Ali, Alexis Arguello, Aaron Pryor y Floyd Mayweather Jr., entre otros íconos del boxeo.
Precisamente, Money combatirá contra Logan Paul, el 6 de junio en el Hard Rock Stadium, lo que obligó a posponer el combate de López, que inicialmente había sido pactado para el 5 de junio.
López no pelea desde que superó por puntos a Lomachenko, ocho meses atrás. Desde entonces su vida ha cambiado mucho. Ahora es tratado como figura de primer nivel. También ahora se le incluye en una pelea que irá Pago por Ver, en la que sus promotores determinarán su capacidad convocatoria.
En el parque de los Marlins, el semifondo de la presentación de López lo animarán las campeonas Franchon Crews-Dezurn, poseedora de las fajas del CMB y OMB, y Elin Cederroos, poseedora de los títulos de la AMB y FIB.