La mayoría de los jóvenes tienen muchas dudas con respecto a su futuro cuando llegan a los 17 años de edad. Algunos, incluso, prefieren evitar responder preguntas sobre cuál es su vocación o en dónde se ven posicionados en tres, cuatro o cinco años. No es el caso de Víctor Rodrígues.
El joven practicante de taekwondo ha tenido muy claras sus metas en la vida desde muy chico. Por supuesto que ayuda el hecho de que su familia cuente con un innegable ADN atlético, pero la firmeza con la que Rodrígues, quien comenzó su recorrido en el reconocido arte marcial a los 4 años de edad, habla sobre sus objetivos es digno de admirar.
"El primer recuerdo que tengo del taekwondo se remonta a mis primeros nacionales", señaló Rodrígues en conversación con Diario Las Américas. "Era cinturón azul y tenía como 6 o 7 años".
Rodrígues, que actualmente reside en Pompano Beach, entrena la mayor parte del tiempo en el sur de la Florida; sin embargo, también pasa largos períodos de tiempo practicando y mejorando sus habilidades en Europa, gracias a un aliado en Hankuk International School.
La joven promesa forma parte del Harvest Olympic Program, ubicado en Margate, Florida.
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Rodrígues sueña con representar a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.
Lucas Rodrígues
"Lo que me atrajo más del taekwondo en un principio era el simple hábito de competir, la adrenalina que viene incluida con practicarlo", explicó. "Es un proceso que hay que llevar paso a paso. Es complejo, pero también es muy gratificante", añadió.
Jugosa hoja de vida
El listado de logros de Rodrígues es amplio y significativo, en especial al tomar en consideración su edad. El prospecto ha sido, entre otras cosas, dos veces campeón nacional de taekwondo, tres veces medallista Panamericano, ganador de la medalla de plata en el Grand Prix Final Europeo de 2024 y culminó en el quinto lugar en el campeonato mundial del año pasado en Corea del Sur.
"Creo que el logro del que más me siento orgulloso en la actualidad es la medalla de plata que conseguí en los Juegos Panamericanos en 2023. Venía de obtener el bronce en la edición anterior y aunque perdí la final en esa ocasión, fue un momento realmente importante en mi carrera", contó.
Como es bien conocido, la carrera de un atleta requiere de muchos sacrificios, sin importar edades. Rodrígues está muy al tanto de que su vida luce muy diferente a la de un chico regular de 17 años.
"Este deporte me ha ayudado a construir disciplina. La parte más dura de todo es que no siempre tienes motivación para ir a entrenar, pero al final sabes que tienes que hacerlo y me siento bien cuando estoy entrenando", indicó. "Este fue el camino que escogí y me siento muy orgulloso de ello. Al final, siempre todo vale la pena".
A pesar de su gran cantidad de títulos, campeonatos y medallas obtenidas hasta ahora, Rodrígues mantiene un objetivo entre ceja y ceja: los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.
Es una meta ambiciosa y el joven talento lo reconoce; no obstante, su hoja de vida habla por sí sola y el esfuerzo y dedicación requeridos para alcanzar una meta semejante forman parte del día a día en su rutina.
"Los Juegos Olímpicos siempre han sido un sueño. Es la meta más importante que tengo en mi cabeza en estos momentos, algo que siempre he querido", reveló. "Pero lo imponente del objetivo no me asusta. Sé que tengo las ganas y la dedicación para poder conseguirlo y esperemos que la salud me acompañe durante todo este tiempo, eso es lo más importante".
Si bien Rodrígues cuenta con el apoyo de muchos de sus familiares en este difícil camino, la presencia de uno en particular destaca sobre el resto. Lucas, su padre y coach, ha jugado un papel fundamental en la joven trayectoria de la promesa desde el día uno.
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Rodrígues (izquierda) ha contado con el apoyo de su padre y entrenador, Lucas, desde el comienzo.
Lucas Rodrígues
"Ha sido mi entrenador desde el comienzo. Pero más allá de eso, ha sido mi padre, así que me ha ayudado en cosas que van mucho más allá del deporte", contó. "Puede ver mis errores y ayudarme a corregirlos, es una gran fuente de motivación e inspiración. Tengo mucho que agradecerle por estar donde estoy".
Más allá del deporte
Y como si su éxito deportivo y formación familiar no fueran lo suficientemente impresionantes, Rodrígues también sueña con una vida de triunfos en lo académico. Otro de sus grandes objetivos es convertirse en un fisioterapeuta y estar involucrado con programas de entrenamiento de alto rendimiento.
"Me interesa mucho poder ayudar y aprender. Es algo que llama mucho mi atención y que quiero cumplir", dijo.
También sería otra forma de ayudar a su comunidad, que dentro de algunos años espera poder celebrar su presencia en la máxima cita del deporte, que luego de una exitosa edición en París el año pasado, volverá a territorio estadounidense en 2028.
"Hay muchas personas que tienen problemas mentalmente, que les resulta difícil. Lo sé bien porque también he pasado por eso y quiero ayudar a la gente en el nombre de Jesús. Hay muchos que todavía no conocen a Dios y lo milagroso que puede llegar a ser y esa también está entre las tareas que me gustaría cumplir. Es una forma de agradecer y entregarle algo a la comunidad. Soy alguien muy familiar, valoro el tiempo con mis seres queridos y quiero poder transmitir todo lo bueno en mi vida para poder ayudar a los demás", concluyó.