IVÁN GONZÁLEZ ROMERO
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@ivanGonRom
El equipo de california discute la posible salida del jardinero cubano, justo en un momento en el que no tiene mucho apoyo dentro de la organización
IVÁN GONZÁLEZ ROMERO
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En estos días posteriores a la campaña de 2015, los Dodgers de Los Angeles discuten una serie de aspectos antes de tomar decisiones. Tiene que hacerle una buena oferta a Zack Greinke, quien desea quedarse en el equipo, pero que también quiere ganar mucho dinero; están en la búsqueda de un nuevo mánager, cargo para el cual Gabe Kapler se presenta como e gran favorito; deben hallar un nuevo camarero, así como un antesalista y posiblemente un receptor. Pero la más controversial de las decisiones tiene que ver con Yasiel Puig, una joya que aún no termina de dar su mejor brillo.
Lo de Puig es un asunto delicado. Después de haber llegado allí como el futuro de la franquicia, gracias a su talento natural y su simpatía, ha ido cayendo en desgracia entre distintos miembros de la organización. En buena parte, se origina por la conducta de este cubano que cumplirá 25 años el próximo 7 de diciembre, pero también existe la creencia de que ha habido malos entendidos entre el jardinero y muchos miembros del equipo. Por eso la posibilidad de cambiarlo se está discutiendo en estos momentos, según comentó en exclusiva para DIARIO LAS AMERICAS un miembro del tren ejecutivo de esa organización, en condición de anonimato.
“Sería una pena que los Dodgers salieran de Puig porque hay quienes no entienden que es un jugador que aún está en construcción, que le falta mucho desarrollo. ¿Cómo puede sentirse un pelotero como Puig, que pasó de no tener nada en Cuba, a recibir un montón de dinero por su contrato y convertirse en una celebridad en Los Angeles, para volver a pasar a ser alguien relegado a la banca? Es un muchacho que aún se siente incomprendido debido a todo lo que ha vivido tan rápidamente”.
Hay varios factores que hacen pensar en la posibilidad de cambiar a Puig. El equipo tiene huecos en varias posiciones y el cubano aún tiene un alto valor en el mercado. Además, cada día queda menos gente que lo respalde. “Don Mattingly era el único que defendía a Puig en la organización. Con su salida, no queda nadie que lo quiera. No me extraña que lo cambien, aunque sería un error”, indica la fuente.
Al enumerar los gazapos, el primero pasa por un tema demográfico. Los Angeles es la ciudad de Estados Unidos con la más alta concentración de hispanos, con 14,4 millones de personas provenientes de Latinomérica, lo que representa el 28% de la población hispana en Estados Unidos. “Aún así, en los Dodgers no hay un solo coach latino. Manny Mota es un instructor especial que casi nunca se pone un uniforme y Lorenzo Bundy, el coach de tercera, si bien habla español, no es hispano y no termina de entender la cultura y la idiosincrasia de ese pelotero. Se necesita a alguien que interactúe con él. Para entenderlo, imagínate cómo puedes sentirte si vas a diario al trabajo y todo el mundo te rechaza”.
"No sería extraño que lo cambien porque la organización se ha equivocado muchas veces. Aquí se salió de Dee Gordon porque se emplearon criterios de sabermetría, pero se les olvidó que Gordon es un pelotero útil, que iba en ascenso y que en la alineación de los Dodgers pudo ser aun más productivo que con la de los Marlins”.
Sobra uno
Puig no parece tener cabida con los Dodgers en estos momentos, pues cuentan con Carl Crawford y Andre Either, de quienes no han podido salir por lo costoso de sus contratos. Con ellos dos en el terreno y con Joc Pederson, el cubano no parece tener espacio y aún puede ser una pieza de valor para conseguir Además los Dodgers necesitan buscar un antesalista, un camarero y tal vez un receptor. “En estos momentos los dueños están metiendo mucha presión porque quieren conseguir el título. No olvides que el gerente anterior, Ned Colletti, salió a pesar de haber logrado más de 90 triunfos”.
Su propia culpa
En los Dodgers saben que gran parte de lo que ha pasado con Puig es parte de la propia responsabilidad del pelotero. El muchacho tuvo varios privilegios que pocos novatos disfrutan, como choferes y guardaespaldas. “Tuvo traductores hasta el momento en que Matt Kemp se quejó y se lo quitaron”, cuenta la fuente. Pero la lista de privilegios fue desapareciendo en la medida que su brillo también desapareció, así como algunas personas que le respaldaba.
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