Flujos financieros y juegos de azar: cómo el desarrollo del iGaming estimula la economía de América Latina
Disfrutar de los juegos de azar no solo es estimulante para las personas, también lo es para la economía. Con nada menos que 600 millones de habitantes en América Latina, la industria de los juegos de azar tiene un mercado potencial enorme en la región que ni las empresas quieren desaprovechar ni los gobiernos desperdiciar sus beneficios financieros.
Siempre hemos podido ver casinos tradicionales en grandes ciudades, pudiendo encontrar algunos de los casinos más antiguos en países como Argentina o México. Sin embargo, el juego electrónico tomó el relevo para alcanzar a un mayor número de usuarios.
La industria del juego en línea (iGaming) ofrece a los usuarios grandes beneficios. Son motivos por los cuales ha crecido enormemente en los últimos años. Algunos de estos son:
- Disponibilidad horaria completa.
- Sin limitaciones en la cantidad de títulos que pueden ofrecer.
- Posibilidad de jugar en cualquier lugar, incluso desde los teléfonos inteligentes.
- Promociones exclusivas para los usuarios de las plataformas en línea.
Ya son muchas las plataformas que operan en América Latina, y hay varios casinos en línea y casas de apuestas más que quieren comenzar a hacer inversiones en la región. Este crecimiento por el interés de invertir en la zona crea un flujo financiero de gran importancia, que puede estimular la economía latinoamericana.
¿Cómo está estimulando la economía el iGaming?
Cada año, la industria mueve miles de millones de dólares en su formato físico. Ahora, con las ventajas de los sitios en línea y su alcance global que, el flujo de dinero en el iGaming es todavía mayor.
Por ejemplo, en Argentina, solo las apuestas online ya generan más de 2.000 millones de dólares anuales. Brasil y México son otros de los grandes países en los que el juego tiene una gran presencia, también teniendo sumas mil millonarias en cuanto a ingresos se refiere. Creando un flujo de dinero muy importante que ayuda a estimular la economía nacional con una mayor recaudación de ingresos o creando nuevos puestos de trabajo para los habitantes de la región.
Aumento de los ingresos fiscales
Entre los impactos que tiene el iGaming en el flujo de dinero y la economía en América Latina se encuentra el aumento de dinero que recaudan los gobiernos a través de los impuestos, es decir, los ingresos fiscales.
Argentina, Colombia o México, algunos países en los que el sector del juego está regulado, han creado impuestos específicos para las empresas que ofrecen juegos de azar en línea. Desarrollando su actividad deben de pagar impuestos específicos por ella, lo que otorga unos ingresos a la administración que permiten financiar algunos proyectos públicos, fortalecer programas sociales o mejorar infraestructuras.
Uno de los primeros países en regular las apuestas en América Latina fue Colombia, a través de Coljuegos. Desde que el país reguló el juego en línea en 2016, consiguió millones de dólares en ingresos fiscales.
Los impuestos que se cobran a las empresas del sector no solo permiten tener un control más estricto, sino que suponen una fuente de ingresos estable para el Estado. Viendo los resultados que cosechó Colombia, otros países se han lanzado a crear marcos regulatorios para aprovechar el impulso económico que suponen los ingresos millonarios que genera la industria.
País | Ingresos fiscales anuales del IGaming (USD) | Año de regularización |
Colombia | $130 millones | 2016 |
México | $ 300 millones | 2014 |
Argentina | $120 millones | 2020 |
Perú | $45 millones | En proceso |
Brasil | $600 millones | En proceso |
Creación de empleo directo e indirecto
Como sucede siempre que llegan nuevas empresas, se crean nuevos puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. El perfil de los trabajadores que pueden llegar a necesitar estas empresas es muy variado. Hay perfiles especializados, como lo pueden ser los desarrolladores de software, analistas de datos o especialistas en mercadeo, así como también otros perfiles con menor especialización, como soporte de atención al cliente.
Mientras más operadores de casinos en línea y casas de apuestas llegan a los países de la región, mayor es el número de empleados que se necesitan. El crecimiento del juego electrónico permitió crear miles de trabajos, tanto en sectores directos como indirectos.
Los centros de atención al cliente, las compañías de tecnología y los servicios financieros pudieron encontrar nuevas oportunidades dentro del ecosistema del juego en línea.
Además, muchas de estas empresas de iGaming que llegaron a la región invierten en centros operativos y técnicos, gracias a la demanda interna y que los costos laborales en Latinoamérica son muy competitivos.
Expansión de la infraestructura tecnológica
Para poder jugar en una plataforma en línea hace falta internet. Una conexión de calidad y estable. Y este es uno de los beneficios colaterales que tiene la llegada de más y más empresas del sector a los países latinoamericanos. La infraestructura que se encarga de ofrecer conexión a internet fue mejorando con el paso de los años.
Las redes de telecomunicaciones en lugares como Chile, que cada vez tiene más apostadores en línea, se aprovecharon de grandes inversiones, ya que los operadores necesitan mover un mayor flujo de datos y contar con una mayor seguridad cibernética.
Este efecto no benefició únicamente a los operadores de los juegos de azar en línea, otros sectores como el fintech y el comercio electrónico también pudieron aprovechar las mejoras en la infraestructura para elevar su juego y ofrecer distintas herramientas, soluciones especializadas y más.
Todos los sitios en línea necesitan poder hacer pagos de forma rápida y segura. Las plataformas de pago digital se adaptaron para poder ofrecer estas características tanto a los sitios de juegos de azar como a las distintas empresas que prestan sus servicios a través de internet.
Conclusión
El juego en línea ha tenido un impacto positivo en América Latina. Permite recaudar millones de dólares cada año en impuestos para las arcas de los Estados, ha ayudado a mejorar la infraestructura de telecomunicaciones y también generado miles de puestos de trabajo especializados para los habitantes de la región.
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