lunes 11  de  noviembre 2024
DEUDA

Biden asegura que EEUU no caerá en "default"

Sin embargo, las diferencias continúan y los republicanos se niegan a subir impuestos para costear el despilfarro de la administración Biden
Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

Falta una semana para el 1ro de junio, fecha a partir de la cual el gobierno podría empezar a quedarse sin dinero para honrar sus deudas y eso podría desatar un terremoto que estremecería a los mercados mundiales.

Sin embargo, miembros del Congreso (demócratas y republicanos) se fueron de vacaciones por el largo feriado del Memorial Day y no se espera que vuelvan antes del día 4 del mes entrante, excepto que los equipos negociadores lleguen a un acuerdo en las próximas horas.

"No habrá un 'default'", aseguró Biden en la Casa Blanca y añadió que han sido "productivas" sus negociaciones con el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.

Pero el líder de la minoría demócrata en esa cámara, Hakeem Jeffries, arremetió contra las republicanos. Los acusó de abandonar su trabajo en Washington y "arriesgarse a un peligroso impago en una crisis que ellos mismos crearon."

Lo mismo dijo McCarthy sobre los demócratas que se han jactado durante más de 24 meses de gastar dinero y crear crisis como la enorme deuda del país, la crisis de la frontera sur con un gasto estrepitoso, una crisis hipotecaria que mantienen en silencio junto a la caída de la actividad manufacturera en las regiones más importantes del país, una crisis bancaria (la mayor en la historia de EEUU), el déficit comercial en cifras récord desde hace ya dos años, el freno de los niveles de consumo y más del 90% de los indicadores económicos en negativo.

Pero a ninguna de estas crisis se refiere la Casa Blanca.

Debido a todas esas crisis, hoy los republicanos exigen frenar el enorme gasto del dinero de los contribuyentes por parte del gobierno de Biden.

Los representantes republicanos exigen recortes de gasto público de hasta 130.000 millones de dólares a cambio de votar el aumento del tope de endeudamiento. También quieren requisitos más estrictos para los solicitantes de subsidios y recuperar los fondos de ayuda no gastados en la pandemia de COVID-19.

Los demócratas rechazan los recortes y quieren que los republicanos apoyen sin condiciones el incremento del tope de emisión de deuda, como han hecho docenas de veces antes.

Preparación militar

Desde hace meses economistas auguran un desastre económico, si Estados Unidos incurre en período de impago.

Al parecer, esos economistas no han visto el desastre económico que vive EEUU en estos momentos y desde hace más de dos años, cuando el propio gobierno ha negado la recesión con dos trimestres en negativo, y le mintió a los estadounidenses diciendo que la inflación era temporal y el resto con datos extremadamente dudosos.

Este jueves, quien habló fue un alto jefe militar del Pentágono y advirtió que un impago tendría "un impacto significativamente alto en las tropas".

"La preparación sería claramente afectada. Así que nuestros ejercicios a gran escala se demorarían o se detendrían en muchos casos", dijo Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto a periodistas.

McCarthy indicó que los legisladores deberán volver de urgencia a Washington si en su ausencia se produce un acuerdo y hay que votarlo en la Cámara.

El legislador afirmó que no aceptaría la idea del gobierno de Biden de imponer alzas de impuestos a las empresas o a los ricos como alternativa a los recortes para reducir la carga de la deuda nacional, que supera los 31 billones de dólares.

McCarthy señaló una encuesta de la CNN publicada esta semana en la que el 60% de los interrogados dijo que un aumento del tope de la deuda debería estar acompañado de recortes, aunque 51% de los consultados en un sondeo de la universidad de Monmouth afirmó que quiere desvincular los dos temas.

"Sabemos dónde están nuestras diferencias y seguiremos en la mesa para intentar resolver el problema", dijo McCarthy.

Aumentar el tope del endeudamiento no repercute en el gasto futuro. Sólo autoriza al gobierno a afrontar compromisos ya aprobados y ejecutados. Por supuesto, el inmenso gasto hecho en más de dos años con absoluta irresponsabilidad e impunidad.

Si ese gasto lo hacen los conservadores, las investigaciones lloverían. Los republicanos aprovechan la coyuntura para frenar a los demócratas con su agenda de extrema izquierda.

El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, dijo a inversores en una conferencia en Washington que la amenaza de impago es una "crisis fabricada" que ya encarece los préstamos y cuesta dinero a los estadounidenses.

Pero mucho peor ha sido el costo y la descomunal carga de la inflación, fomentada por el gobierno de Biden. Para los consumidores estadounidenses ha sido muchísimo más dañino que el "ataque de pánico" que quiere vender la extrema izquierda en la Casa Blanca, cuando han sido desde el primer día en Washington los causantes del enorme caos general que sufre el país en casi todos los sectores de la economía.

Cualquier acuerdo requeriría al menos 10 días para ser aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado y llegar a la mesa de Biden para su promulgación.

Pagos a la seguridad social por unos 25.000 millones de dólares que están previstos para el 2 de junio podrían interrumpirse. Solo para la guerra de Ucrania, Biden ha enviado casi 200.000 millones de dólares.

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