martes 5  de  noviembre 2024
EEUU

Biden busca 2 billones de dólares con alza de impuestos

El controversial plan de infraestructura de la administración Biden se basa en la mayor subida de los impuestos en los últimos 30 años en EEUU
Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

WASHINGTON — El presidente estadounidense Joe Biden quiere ahora otros 2 billones de dólares para un plan de infraestructura del país y espera que las corporaciones paguen por el proyecto, mediante la subida de impuestos más alta en los últimos 30 años.

Biden viajó a Pittsburgh este miércoles por la tarde para promover su controversial plan, sumamente criticado por expertos y el ala republicana en ambas Cámaras.

La primera fase de su programa "Build Back Better" (Reconstruir mejor) implica inversiones que se extenderían a lo largo de ocho años y se financiarían con un aumento del impuesto a la renta empresarial del 21% actual al 28%.

Los economistas afirman que una subida brusca de los impuestos a las grandes y medianas compañías se traduce en aumento en toda la cadena de suministros y finalmente en un incremento de precios que dispara la inflación del país que ya registra un 1,6%.

Si ya la preocupación por el paquete de estímulo de 1,9 billones activó las alarmas en Washington y en Wall Street ante el peligro de la inflación y la deuda de EEUU, ahora el nuevo plan de la administración Biden ha puesto el riesgo aún más alto.

El objetivo, según la propia Casa Blanca, es una estrategia a mediano y largo plazo para cambiar la industria tradicional de los combustibles por las llamadas fuentes de energía limpia a un costo de billones de dólares y la pérdida de más de 4 millones de empleos en los próximos años, como afirman los expertos.

Según Biden, Su plan incluye inyectar 620.000 millones de dólares en transporte, modernizar más de 32.00 kilómetros de carreteras y autopistas y reparar unos 10.000 puentes en Estados Unidos.

"Esto creará la economía más resistente, fuerte e innovadora del mundo", agregó, enfatizando que quiere "ganar" la competencia con China.

"Estas son inversiones que no podemos dejar de hacer", subrayó desde Pittsburgh, Pensilvania, donde hace dos años lanzó su campaña hacia la Casa Blanca.

"No se trata de penalizar a nadie", dijo Biden. "No tengo nada contra los millonarios y los multimillonarios. Yo creo en el capitalismo estadounidense".

Sin embargo, ya muchos han visto que el presidente dice una cosa y hace otra. La propuesta enfrentará un enorme reto frente a la oposición empresarial y republicana en el Congreso. Incluso, de la Cámara de Comercio de EEUU, que hasta ahora había apoyado casi todas las propuestas demócratas.

Si bien aprueba el deseo de hacer de la infraestructura una prioridad, cree que el presidente demócrata está "peligrosamente" equivocado en la forma de financiar su programa.

"Nos oponemos ferozmente a los aumentos de impuestos propuestos, que frenarán la recuperación económica y harán que Estados Unidos sea menos competitivo en el escenario internacional, exactamente lo contrario de los objetivos de este plan", señaló.

La industria del petróleo y sus derivados junto a la energía nuclear emplea a más de 14 millones de estadounidenses de forma directa e indirecta, lo que de ser aprobado este plan -en medio de una recesión económica y la peor pandemia en 100 años- el impacto sería brutal para EEUU, han dicho economistas.

Funcionarios de la Casa Blanca, sin embargo, afirman que el gasto a lo largo de ocho años generará millones de empleos mientras el país se aleja de los combustibles fósiles y combatirá los peligros del cambio climático. Economistas opinan que el plan matará millones de empleos.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el plan es “invertir en Estados Unidos, no sólo modernizar nuestros caminos o ferrocarriles o puentes, sino construir una infraestructura para el futuro”.

Los proyectos de infraestructura del presidente demócrata serían financiados por la más grande subida de impuestos en los últimos 30 años en EEUU. El incremento es -en principio- a las corporaciones, algo que pudiera encontrar una fuerte resistencia de la comunidad empresarial y dificultar cualquier intento para trabajar con los republicanos en el Congreso. Biden espera aprobar el plan para el verano, lo que significaría depender exclusivamente de las pequeñas mayorías demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado.

FUENTE: AP

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