Con el nombre de Hellcat, o gato del infierno, Chrysler denomina el motor V8 de combustión interna más potente que equipa hoy por hoy a vehículos de producción industrial. Está presente en el sedán Charger SRT, la SUV Jeep Grand Cherokee Trackhawk y el coupé Dodge Challenger SRT. Es una descomunal planta motriz, derivada de la ya potente y muy prolífica Hemi, de ocho cilindros, supercargada, con 6.2 litros de desplazamiento y 717 caballos de potencia, al mejor estilo de los tradicionales autos musculares americanos, que se llevó la crisis del petróleo de los años 70, pero elevada a la más sublime potencia.
Surgió hace 4 años, con sus 707 caballos y 650 libras pie de torsión, y el año pasado recibió la compañía de la versión que impulsó al Challenger Demon, de edición limitada, con su potencia extendida a 808 caballos y el torque a 850 libras. Y como parece que se tratara de lanzarlos al mercado cada vez más y más potentes, el Challenger SRT Hellcat del 2019 llega con 717 caballos de potencia, 10 más que el modelo anterior y además acompañado de una versión aún más inquietante, la Hellcat Redeye, que tuvimos el privilegio de conducir, impulsada por el mismo V8 supercargado, de 6.2 litros, pero ahora con increíbles 797 caballos, y 707 libras pie de torsión.
Este Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye se destaca, a simple vista, por sus dos muy singulares entradas de aire en el capó. La transmisión en el Challenger SRT Hellcat podrá ser manual de seis velocidades o automática de ocho. Ya en el Hellcat Redeye la manual desaparece y queda solamente la automática de ocho cambios, fabricada en Alemania, ligeramente modificada con un convertidor de torque que incrementa la torsión en un 18 por ciento. Según predicciones de Dodge, ambas versiones presentan rendimientos iguales en lo referente a consumo de combustible: 13 millas por galón en la ciudad y 22 en la autopista.
Con un motor de estas características, la aceleración no podría ser poca cosa. Partiendo del reposo, el Hellcat llega a las 60 millas por hora en 3.6 segundos, mientras que el Hellcat Redeye detiene los cronómetros en 3.4 segundos. Por dentro, el Hellcat Redeye que manejamos resulta sorprendentemente cómodo para dos pasajeros y nada más. Trae asientos con tapicería de cuero de alcántara y acentos de gamuza en las puertas; un impecable tablero de instrumentos, con un velocímetro que llega hasta las 220 millas por hora, sistema de conectividad y navegación U-connect 4C, con pantalla de 8.4 pulgadas, y equipo de audio con radio satelital Sirius/XM.
El Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye del 2019 tiene un precio básico de $58,650 dólares. La unidad que manejamos, con carrocería ancha, ruedas de 20 pulgadas, suspensión de competencia, techo corredizo y una larga lista de opciones adicionales, llegó hasta los $88,410 dólares.