Un vistazo al presente y futuro del trabajo en equipo entre humanos y máquinas. Si hasta ahora la mayoría de los profesionales utiliza herramientas tecnológicas para gestionar su agenda, corregir escritos y acelerar la carga de datos, entre otras tareas, la evolución en el campo laboral está dada hoy por un trabajo en equipo entre hombre y máquina.
Chris Witeck, quien es el Principal Technology Strategist de Citrix, una corporación que ofrece soluciones de virtualización, gestión de movilidad, networking y servicios digitales para empresas, define esta tendencia como inteligencia híbrida.
“El ser humano será el encargado de que el aprendizaje de las máquinas y la inteligencia artificial sea realmente útil”, cuenta.
A modo de ejemplo, Witeck explica que “el software puede cuantificar las distintas actividades laborales para que el ejecutivo sepa cómo distribuir mejor sus tareas. Además, al estar dotado de inteligencia artificial y tener capacidad para analizar inmensos volúmenes de datos en tiempo real, puede proveer todo tipo de información al profesional para que éste solo se concentre en tomar decisiones de negocios en función de la data presentada”.
Un caso concreto es la aplicación argentina en la nube Tambero.com que ayuda a los ganaderos a administrar a sus animales con una visión de incremento en la producción a través de los datos. Utilizando la tecnología machine learning, es decir, en donde las máquinas aprenden, analiza los datos actuales y realiza proyecciones de producción de cara al futuro gracias al uso de servicios cognitivos e inteligencia artificial. En simultáneo, los usuarios interactúan con la plataforma a través de Skype, WeChat y Telegram.
Con esta herramienta gratis es posible llevar adelante la gestión del ganado lechero, engorde y la agricultura. También cuestiones vinculadas a las inseminaciones, sanidad y alimentación, entre otros. Así, el granjero cuenta en su dispositivo con un sistema de monitoreo y alertas automáticas para saber cuándo los animales requieren cambios de dieta o producen por debajo del nivel esperado. De esta manera, se pueden hacer los ajustes necesarios para optimizar los niveles de producción por animal.
Diego Bekerman, director general en Microsoft Argentina & Uruguay, da otro ejemplo de este tipo de herramientas: “como esta entrevista estaba registrada en mi agenda online, minutos antes de la hora señalada un software me proporcionó de manera automática el historial de notas publicadas sobre la empresa”. Para esto, se usa un servicio de Microsoft Office 365 llamado Delve, que analiza y compila videos, PDF, PowerPoint, Excel o documentos de Word.
“En IBM utilizamos Watson IT Help. Se trata de un asistente cognitivo para los servicios de mesa de ayuda, que resuelve consultas relacionadas con conectividad. Y así, a medida que cada empleado interactúa con el sistema, éste va aprendiendo en base al lenguaje natural para ser cada día más inteligente”, explica Stella Loiacono, Directora de Tecnología de esta firma.
“Se trata de una hazaña que habría tardado años sin una herramienta así, que analizó 70.000 artículos científicos sobre p53 para predecir qué puede activar o desactivar la actividad de esta proteína”, agrega la experta para dar cuenta del trabajo colaborativo entre profesional y software.
Presente y futuro
Las grandes compañías tecnológicas están invirtiendo millones de dólares para desarrollar el mejor asistente virtual tanto en cuestiones domésticas como laborales. Entre las propuestas más conocidas están Siri, de Apple; Cortana, de Microsoft; Google Now, de Google; Alexa, de Amazon; y Watson, de IBM.
Si bien es cierto que los entrevistados enfatizan que las decisiones estratégicas serán siempre tomadas por los ejecutivos en base a datos facilitados por las soluciones tecnológicas, hay quienes creen que esta situación podría cambiar en el largo plazo.
En La locura del solucionismo tecnológico, libro de Evgeny Morozov, se advierte que “probablemente estemos ingresando a un escenario en el cual ya no tengamos que pensar demasiado porque las soluciones tecnológicas lo harán por nosotros”. De esta manera, el autor plantea que podríamos estar ante un gran problema si los sistemas de inteligencia artificial comienzan a tomar decisiones, en lugar de limitarse a manejar datos para que un humano decida.
Por el momento, lo mejor es imaginar el impacto de la acción conjunta entre los humanos y las máquinas inteligentes. En virtud de este contexto, todas las profesiones se modificarán ya que se está generando nuevas base de conocimiento a un ritmo cada vez más acelerado.
También es importante que los sistemas garanticen la privacidad de los datos y sean lo suficiente robustos para sean seguros ante posible ataques informáticos. Todo debe estar pensado para que los humanos puedan intervenir por si sucede algo inesperado, ya que en última instancia, la responsabilidad de lo que suceda y las decisiones finales aún son tomadas por las personas.
FUENTE: REDACCIÓN