WASHINGTON- El gobierno de Joe Biden quizás se lleve otro récord negativo a su extensa lista de desaciertos: las grandes contradicciones en su política de cambio climático.
Por una parte, Biden firmó decenas de órdenes ejecutivas que limitaron las perforaciones, la adquisición de terrenos y la producción de crudo, lo que disparó los precios de los combustibles en EEUU y por consiguiente la peor inflación en casi cinco décadas.
Ahora, la administración Biden acaba de autorizar la entrega de permisos de explotación petrolera y gas en el Golfo de México, para pesar de los grupos ecologistas y como parte de sus grandes contradicciones en su mandato, plagado de rumbos y medidas que luego han tenido que ser corregidas, en algunos casos, por sus graves consecuencias.
El presidente demócrata rompió, una vez más, su promesa de campaña de no autorizar nuevas perforaciones en busca de combustibles fósiles en territorios federales.
La decisión anunciada el viernes fue criticada también por la industria de hidrocarburos, ya que incluye un número de autorizaciones menor a lo que había previsto el gobierno de Donald Trump.
La transformación económica que pretende la izquierda en EEUU ha chocado directamente con la realidad. Un cambio a energías limpias requiere de un plan bien estructurado a largo plazo que en ningún momento han planteado los asesores del Presidente. Y aunque existiera, tomaría al menos dos quinquenios comenzar a ver ciertos avances en un mundo que ha girado por décadas sobre la base de combustibles fósiles como el gas, el petróleo, el carbono y otros derivados.
Se trata de permisos para tres zonas de perforación, la cifra "más baja" de la historia, argumentó el gobierno que intenta justificar sus errores. Lo mismo sucedió con la ilegal orden de vacunación masiva y obligatoria durante la pandemia de COVID-19 y la aprobación unilateral de leyes e imposición de órdenes ejecutivas por encima del poder que le otorga la Constitución como mandatario; algunas de ellas ya rechazadas por la Corte Suprema en inmigración, aborto y el control ilegal de zonas federales como los humedales.
Según el Departamento del Interior, la secretaría que gestiona las tierras federales, el Estado está obligado por ley a abrir permisos de explotación de hidrocarburos para poder autorizar más proyectos.
Este año, el gobierno de Joe Biden prohibió nuevas explotaciones de gas y petróleo en una inmensa zona del norte de Alaska para contrarrestar la "crisis climática", cinco meses después de haber aprobado un gran proyecto de hidrocarburos en la misma región.
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FUENTE: Con información de AP
