miércoles 5  de  febrero 2025
TECNOLOGÍA

El mercado de artículos electrónicos está frente a una encrucijada

Además de la condición de saturación de los segmentos de smartphones y tablets, los consumidores no parecen estar especialmente motivados con las nuevas características incrementales incluidas en las nuevas generaciones

ALBERTO SCHAFFERNORTH

La prestigiosa firma de consultoría e investigación Accenture ha revelado en su más reciente estudio del comportamiento de los consumidores frente a los dispositivos tecnológicos de uso cotidiano una mayor tendencia a la desaceleración en la adquisición tanto de nuevos modelos o versiones de productos que ya poseen, como en la adopción de nuevos dispositivos. Las razones residen en 4 causas principales cuyo tratamiento por parte de los fabricantes tendrá profundas implicaciones sobre la economía mundial.

Oxford Institute predijo en algún momento de 2014 que la industria de nuevos dispositivos tecnológicos comprendida por los ya indispensables smartphones, tabletas y laptops, pero en medida creciente por los relojes inteligentes y otros dispositivos que comprenden la categoría de Internet de las Cosas, añadiría tanto como 1.3 trillones de dólares a la economía mundial en los próximos 5 años. Esto es el equivalente a todo el producto interno de Brasil o Corea del Sur. Sin embargo, los hallazgos del más reciente estudio de Accenture, no parecen constatar tal tendencia.

El estudio de la conocida firma de inteligencia de negocios, que ya se encuentra en su tercera edición y ha contado con 28.000 entrevistas en 28 países incluyendo India, China y USA muestra una alarmante disminución de la velocidad con la que los consumidores están reemplazando sus actuales teléfonos y otros dispositivos de compañía, pero también revela que los nuevos aparatos conectados no están siendo recibidos con el entusiasmo que los fabricantes han anticipado.

Los hallazgos revelan que poco menos de la mitad de las personas planean reemplazar sus actual Smartphone en los próximos 12 meses, lo cual constituye una caída de 6 puntos frente al año anterior y de 10 puntos versus un año antes. En buena medida esto se debe a que los usuarios no están encontrando grandes innovaciones respecto a los modelos anteriores más allá de mejoras incrementales de las características previas.

Lo que está maduro tiende a caer

El mercado de smartphones, laptops y tablets está aproximándose a una etapa de madurez, esto significa que casi cada consumidor que puede poseer alguno de estos artefactos ya lo posee, lo cual transforma tales segmentos en mercados de reemplazo más que de primera adquisición. Igual situación ocurrió con los teléfonos convencionales en la temporada previa a la irrupción masiva de los smartphones, cuya transición prácticamente hizo desaparecer divisiones enteras de grandes corporaciones tales como Motorola, Nokia y Ericcson, que tuvieron la hegemonía del mercado de los teléfonos “tontos” durante más de diez años.

Lograr una revitalización del segmento similar a la que se vivió a partir de la introducción del blackberry, el iphone y los Android va a requerir de una nueva transformación disruptiva que añada funcionalidades o que mejore dramáticamente las prestaciones de estos dispositivos. Una de las apuestas la constituye la duración de las baterías sobre lo cual no parece haber ninguna innovación dramática a la vista en los próximos tres años. La otra es una convergencia entre la capacidad de procesamiento y las tecnologías de interface como el reconocimiento de voz, la predicción de digitación y la interacción biométrica.

La confianza es vital

Otra importante premisa de comportamiento por parte de los consumidores frente a la adopción de dispositivos conectados y dotados de alguna inteligencia en su operación, lo que se ha dado en llamar Internet de las Cosas o “IoT”, es la desconfianza relativa a la pérdida de la privacidad y la seguridad. Este constituye uno de los retos mayores de las empresas tecnológicas ya que no se trata sólo de la constatación de innumerables casos de robo de identidad y fraudes electrónicos por parte de los usuarios de los servicios contenidos en las redes sino de la percepción de que los propios fabricantes de los productos o prestadores de servicios de conectividad y aplicaciones pueden tener acceso a la información que se puede generar, desde lecturas de temperatura hasta imágenes recogidas en cámaras de seguridad. Los resultados de Accenture recogen la percepción de hasta un 47% de los consumidores preocupados por los riesgos de seguridad y privacidad mientras que 18% ha llegado a dejar de utilizar o desconectar dispositivos luego de haberlos adquirido debido a estas razones.

Lo sencillo es hermoso

Otro importante rasgo de comportamiento mostrado por los casi treinta mil entrevistados de la muestra es la inconformidad con los niveles de dificultad que presentan los nuevos dispositivos IoT para ponerlos a funcionar con facilidad. Mientras 16% encontró las funciones de un dispositivo adquirido muy confusas, 14% tuvo dificultades para ponerlos en funcionamiento y 18% ni siquiera pudo conectarlo a internet. Ello demuestra que esta nueva generación de artículos aún no ha sido objeto de una tarea bien hecha por parte de sus fabricantes a la hora de conectarse con sus clientes.

El factor Wow brilla por su ausencia

Además de la condición de saturación o madurez que experimentan los segmentos de smartphones y tablets, los consumidores no parecen estar especialmente motivados con las nuevas características incrementales incluidas en las nuevas generaciones ya que 47% se siente satisfecho con las prestaciones que su actual equipo le provee. Entretanto, de cinco categorías de productos de percibida innovación que han recibido importantes esfuerzos de mercadeo y sobre las que se ha apostado fuerte por parte de los fabricantes no han sido objeto del entusiasmo esperado. Smartwatches, monitores, cámaras de vigilancia, drones y termostatos solo han crecido un punto porcentual en el último año en cuanto a intención de compra en los próximos 12 meses.

Los humanos tenemos la milagrosa capacidad de adoptar muy rápidamente las innovaciones que se presentan suficientemente intuitivas, pero tenemos dificultades para imaginar el abandono de ellas después de adoptadas. Ningún autor de ciencia ficción predijo la imagen de millones de personas simultáneamente adheridas a una pequeña pantalla luminosa prácticamente el 80% de sus períodos de vigilia. Pero es muy probable que en diez años más estemos riendo de lo graciosa y hasta quizás bochornosa que esta conducta lucía frente a lo que en ese momento sea una forma de conexión más fundida con el cuerpo y los sentidos. Los ingredientes de tecnología están allí. Hará falta combinarlos correctamente.

*Alberto Scharffenorth es experto en Mercadeo Tecnológico, empresario de telecomunicaciones y Creador de la Fundación Aldea Digital

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