MIAMI.- La compañía de distribución y fabricación de plásticos Faulkner Plastic de Hialeah había decidido cerrar su planta tras el avance del coronavirus en el sur de la florida. Sin embargo, la falta de suministros de protección para el personal médico, paramédico y de la Policía los incentivó a cambiar su producción habitual y comenzar a fabricar máscaras protectoras del rostro.
Faulkner Plastic es uno de los ejemplos de firmas en el sur del estado que han readaptado su producción para satisfacer las demandas de insumos médicos, cuando se espera aumente de forma considerable en las próximas semanas la cifra de diagnosticados del nuevo coronavirus.
La idea de los directivos de la planta en Hialeah, situada en la calle 72 y la avenida 20 en el oeste de Hialeah, revivió también las esperanzas de casi 50 empleados que ahora laboran en tres turnos de 16 personas cada uno las 24 horas.
En los condados Miami-Dade y Broward (los más afectados por el virus) hay miles de negocios cerrados tras una orden emitida por la autoridades locales. Los que permanecen abiertos funcionan a un tercio de su capacidad, excepto los establecimientos considerados imprescindibles en estos momentos, como mercados, gasolineras y farmacias, entre otros.
El material empleado en las máscaras es similar al utilizado en la fabricación de envases de refresco de dos litros y según la manager Rachel Zamora es fácil para limpiar.
Tras ver las altas cifras de contagio entre personal médico en Italia y España, epidemiólogos coinciden en que mantener la distancia entre las personas no es suficiente para protegerse del contagio. Los expertos creen que al hablar y al estornudar quedan en suspensión miles de microgutículas que viajan una mayor distancia a la que se había dicho en un principio.
Con un incremento considerable de pacientes y posibles contagiados en los hospitales, los recursos médicos disponibles se agotan rápidamente. Esta tendencia en los estados más afectados, obligó al presidente Donald Trump a ejercer sus poderes en tiempo de guerra para buscar nuevas opciones de producción.
General Motors (GM) y otras industrias han tenido que readaptar sus plantas para producir insumos médicos. Ahora GM fabrica respiradores artificiales para satisfacer las demandas de estos equipos durante la crisis por la pandemia en el país.
Faulkner Plastic en Hialeah produce entre 3,000 y 3,500 protectores diariamente para personal sanitario, paramédicos, policías y la población en general. La empresa hace envíos por correo para que las personas eviten ir a la instalación. Los pedidos se pueden efectuar por teléfono o directamente en el sitio www.plasticfaceshield.com en Internet.
Cada máscara de protección facial "tiene un precio de venta de 16 dólares", pero -según Zamora- "es diferente para el personal médico y los hospitales".
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