Alberto Scharffenorth*
@digitalaldea
A 35 años del envío de los primeros emails esta forma de comunicación continúa reinando
Alberto Scharffenorth*
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El correo electrónico o email no ha podido ser destronado de su puesto hegemónico en el reino de las comunicaciones electrónicas en medio del advenimiento de un tropel de formas de mensajería que hoy en día pueblan el ecosistema de las redes sociales.
Casi cualquier persona que tiene actualmente acceso a un terminal de comunicación electrónica, sea éste un teléfono móvil o un computador público, posee una versión de su identidad que contiene un símbolo de arroba.
Pero cuáles son los mecanismos que sostienen económicamente esa forma de comunicación? La abrumadora mayoría de las personas que poseen una dirección de email cuentan con un servicio que, al menos aparentemente, es gratuito.
Un poco de historia
Los inicios del email o de sus formas precursoras se remontan tan atrás en el tiempo de la historia cibernética como la década del 60, junto con la invención misma de internet cuando se comenzaron a intercambiar mensajes en forma electrónica entre dos terminales de computador ubicados en sitios remotos bajo la plataforma de origen militar denominada Arpanet. Un poco más tarde durante la década de los 70, las comunidades científica y académica fueron incrementando el uso de este mecanismo con fines de proveer mayor celeridad al trabajo colaborativo. Pero fue en el año 79 que un chico de 14 años llamado Shiva Ayyadurai creo una versión virtual del ya clásico formato de memorándum que se venía usando por décadas y que aún hoy es usado como encabezado de todos los servicios conocidos de email. Para aquel momento, hacia el año 81 existían 100 usuarios del servicio, pero en apenas un año ya había 100.000.
A partir de allí algunos nombres memorables protagonizaron la verdadera masificación del servicio, la mayoría de los cuales son ya memorabilia cibernética tales como AOL, Eudora, Compuserve y MCI. Sin embargo la verdadera explosión del servicio ocurrió con el lanzamiento de Hotmail y Yahoo en el 96 y 97 respectivamente. En esos dos años, ya 20 años atrás, la cantidad de cuentas activas pasó de 25 a 55 millones.
Los números actuales
Durante los 20 años siguientes hasta llegar a nuestros días, los elementos fundamentales en la estructura de los correos tales como los principios de recepción y envío, anexos, etc. Se mantienen casi idénticos a sus versiones iniciales. Igualmente las prestaciones de las aplicaciones que facilitan el manejo, ya sean éstas basadas en web o residentes en los terminales, más allá de algunas facilidades en cuanto a directorios de contactos, manejos de anexos y elementos de seguridad. No obstante, la masa de usuarios ha alcanzado dimensiones tan astronómicas como solo las registradas en la red social más grande del planeta. A la fecha se contabilizan 4.6 Billones de cuentas activas manejadas por 2.6 Billones de usuarios, esto es 1.7 cuentas por usuario (este articulista posee 10 activas) y las proyecciones apuntan a un crecimiento de un Billón más de cuentas para 2019. En cuanto al tráfico o volumen de correos enviados, en 2015 se contabilizaron 205 Billones de mensajes diarios de los cuales algo menos del 60% corresponden a actividades de trabajo y negocios. Esto significa que cada cuenta recibiría en teoría unos 44 correos diarios, pero en realidad hasta un 30% de ese tráfico es lo que se conoce como spam y, gracias a los avances en mecanismos de filtrado puestos en sitio por los principales proveedores de cuentas de correo y de manejadores, solo una tercera parte de éstos llegan a aterrizar en la bandeja de los usuarios aún en su estado básico. La enorme mayoría de los usuarios no ejecuta modificaciones para beneficiarse de las prestaciones de estos sitemas para bloquear correo no deseado.
Una segunda identidad
En buena medida la gran popularidad de la que goza el email como acompañante de la actividad cotidiana de las personas en nuestra sociedad contemporánea, está relacionada con el rol de elemento verificador de la identidad de ellas en el mundo virtual. De hecho, gran parte de los casos de robo de identidad que involucran la sustracción de datos de tarjetas de crédito, cuentas de banco, seguro social, etc. comienzan con la irrupción en la cuenta de email de la víctima.
De igual forma, la gran mayoría de los sitios y aplicaciones a los que las personas acceden de forma permanente en la red, portales, tiendas online, banca online, e-gobierno y demás, usan el correo electrónico como elemento de Identificación de usuario junto con la clave secreta. Más aún, se utiliza el correo como mecanismo principal de verificación de identidad y de rescate de datos confidenciales.
Algunas nuevas tecnologías de protección de identidad y de seguridad electrónica están irrumpiendo en los usos tales como la verificación de elementos biométricos y de otros mecanismos como el envío de códigos de un solo uso a los teléfonos móviles, pero nada indica que el email vaya a perder el rol central que tiene en el sistema de identidad de las personas en ningún momento cercano.
Herramienta de ventas
La mayoría de los usuarios perciben el servicio de correo, a saber, las plataformas disponibles para gestionarlos tales como los servicios de web como Gmail, Hotmail y Yahoo, como gratuitos. La verdad es que no lo son y alguien termina siempre pagando por ellos. En primer lugar, están las facilidades directamente asociadas a los beneficios que recibe el usuario, siendo la capacidad de almacenamiento la de mayor popularidad. Con el incremento de las velocidades de transmisión de datos se hace ahora mucho mas fácil añadir anexos de gran tamaño tales como fotos de muy alta resolución y presentaciones pesadas. Ello ha hecho que las capacidades que ofrecen los proveedores sin costo adicional se agoten muy fácilmente. Los montos de facturación de Google y Hotmail por venta de capacidad adicional son aún modestos pero están comenzando a pagar al menos por los enormes gastos de operación que suponen mantener las plataformas en niveles de servicio de 99.99%.
Pero la verdadera fuente de ingresos para los prestadores es la publicidad. La gente no lo nota porque es “parte del paisaje” pero el display de los buzones de entrada están normalmente repletos de avisos patrocinados en forma de frases y cintillos. Sin embargo, la verdadera gallina de los huevos de oro viene del análisis secreto que hacen los motores de los prestadores de os contenidos de los correos obteniendo información sumamente valiosa acerca de las preferencias y necesidades de los usuarios.
*Alberto Scharffenorth es experto en Mercadeo Tecnológico, empresario de telecomunicaciones y Creador de la Fundación Aldea Digital
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