DAYMARIS TABOADA MORENO
Especial
Ganar entre 200 y 500 dólares diario, definitivamente es una realidad que muchos desean, pero que pocos logran concretar en sus manos
DAYMARIS TABOADA MORENO
Especial
Trabajar pocas horas al día y en algo que te place, estudiar un mínimo o ni siquiera tener muchos grados acumulados y ganar entre 200 y 500 dólares diario, definitivamente es una realidad que muchos desean, pero que pocos logran concretar en sus manos.
A estos oficios comunes aunque poco practicados se le suman otras bondades como el hecho de que no se requiere el uso de caros trajes, ni de vestidos o zapatos salidos de las pasarelas más actuales de la moda. Tampoco son necesarios equipos tecnológicos de avanzada generación, en muchos casos no se tiene un contrato definido, ni herméticas cláusulas de disponibilidad.
Aunque son más visibles en las grandes ciudades, de seguro conoces los clásicos vendedores ambulantes que carrito en mano se sitúan en lugares céntricos para ofrecer refrescantes bebidas y comida rápida como hot dogs, burgers y burritos. Entre 30 mil y 100 mil dólares al año pueden hacer algunas de estas personas. Las estadísticas corresponde a Nueva York, donde sin dudas triunfan los perritos calientes.
En algunos casos, para transportarse a su lugar de trabajo no necesita un carro, pues en ocasiones consigue dinero desde lo que considera su casa. Es el caso de los homeless o desamparados, personas sin hogar que viven en la calle y se sitúan en zonas altamente transitadas para lograr llamar la atención de quienes a diario dejan en sus manos desde un dólar hasta diez.
Para los que odian las largas filas o prefieren no esperar en tiendas u oficinas, han surgido empleos que básicamente les permiten a otros hacer la cola por ti. Estos fileros o coleros en temporadas especiales como comprar los ticket de campeonatos en las finales, estar entre los primeros que pasan a la tienda el día que sale el nuevo iphone, o entrar a un concierto, pueden cobrar de 60 a 100 dólares por turno, y en una jornada de menos de 12 horas fácilmente pueden hacer de 3 a 4 colas. Si se vienen con algún miembro de la familia o amigo la suma total llevará añadidos extras.
En Estados Unidos y China cada vez están más de moda estas personas, actualmente existen páginas web donde puedes contactar con fileros profesionales. Si no estás dispuesto a perder horas de tu vida haciendo cola, paga a otro para que la haga y habrás resuelto el problema.
Cada vez son más las tiendas y centros comerciales que optan por personas reales en lugar de maniquíes para promocionar sus productos. Debido a lo que exige físicamente estar todo el tiempo de pie, en tiendas exclusivas pueden ganar hasta 60 dólares la hora. Dependiendo del motivo o el objeto a promocionar, en muchas ocasiones estos maniquíes vivientes interactúan con el público bailando, pueden además hacer como si cocinaran o en el más placentero de los actos hacer de eterno durmiente sobre un confortable colchón.
Para los dibujantes y caricaturistas callejeros el trabajo es también diversión y entrenamiento en tanto perfeccionan sus técnicas. Si has visitado Time Square y te has regresado a casa con una bella fotopintura, no debes haber pagado menos de 25 dólares por un retrato pequeño de cuatro por seis centímetros. Si te haces una exclusiva ampliada y de puro graffiti, tu originalísima obra de arte se cotizará en 150 dólares. Usando la matemática básica multiplique estas sumas por una decena de retratos que quizás puedan hacer en las 5 o 6 horas del día que se ubican allí, y sabrá del para nada despreciable salario del que estamos hablando.
En estos empleos ideales las opciones artísticas resultan las mejores remuneradas pues de igual modo bailarines, estatuas vivientes, actores performáticos y músicos consiguen bondadosas propinas. Estos últimos no solo tocan sus propios instrumentos, sino que en ocasiones se inventan toda una percusión de conjuntos de cajas y latones viejos para destacar elementos sugerentes. Las cifras que se agencian al día dependen no solo de llamar la atención por el dominio de la técnica con el instrumento, sino de situarse en lugares estratégicos con abundante presencia de turistas.
La mejor parte, es que muchos de ellos, tampoco pagan impuestos.
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