WASHINGTON — Un proyecto de ley diseñado para animar a más empresas de semiconductores a construir plantas de semiconductores en Estados Unidos fue aprobado el miércoles en el Senado, mientras los legisladores avanzan en una de las prioridades de la administración de Joe Biden.
La medida de 280.000 millones de dólares, que fue enviada para su votación en la Cámara de Representantes, incluye subvenciones federales y exenciones fiscales para las empresas que construyan plantas de chips en el país.
El proyecto de ley aprobado de forma bipartidista en la Cámara Alta intenta frenar en el futuro otra nueva crisis de semiconductores en EEUU, que afecta desde hace años a la industria automotriz estadounidense.
Los mayores productores de semiconductores del mundo son Taiwán, Corea del Sur y China, cuando en hace menos de dos décadas atrás EEUU era el mayor fabricante de este producto vital para varios sectores de la economía.
De manera paradójica ahora la mayor potencia económica del planeta depende de una pequeña isla (Taiwán) y de su principal adversario (China).
En los últimos cuatro años la escasez de microchips o semiconductores se ha intensificado debido a la alta demanda y la dependencia internacional del reducido grupo de países productores.
El gobierno del presidente Donald Trump fue quien creó el proyecto de ley para ser aprobado en el 2020, pero diversos temas cruciales retrasaron su aprobación. Ahora, el gobierno de Biden hace ver que es una iniciativa suya.
Las compañías automotrices en EEUU han tenido que reducir en más de un 40% sus producciones de vehículos por la escasez de semiconductores.
La norma fue aprobada por 64 votos a favor y 33 en contra. Ahora pasa a la Cámara de Representantes, que intentará aprobarla esta semana antes del receso legislativo de agosto.
Los partidarios de la norma dicen que otros países invierten miles de millones de dólares para atraer a los fabricantes de microprocesadores. Estados Unidos debe hacer lo mismo, dicen, para asegurarse el abastecimiento de conductores utilizados en automóviles, computadoras, electrodomésticos y los sistemas armamentísticos de punta.
Los oponentes han criticado el costo de la medida, que se calcula elevará el déficit federal en unos 79.000 millones de dólares a lo largo de 10 años.
Se espera que la Cámara de Representante apruebe el proyecto de ley de manera bipartista, en busca de que EEUU se convierta nuevamente en el primer fabricante y exportador de este producto.
FUENTE: Con información de AFP y AP