La economía de Estados Unidos redujo su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre hasta el 1,5%, frente al 3,9% registrado en el periodo previo, aunque el gasto de los consumidores mantuvo su fortaleza, según indicó este jueves el Departamento de Comercio.
El porcentaje de crecimiento es algo menor que el que habían previsto los analistas, del 1,6%, y notablemente inferior de la tasa anualizada del 3,9% registrada en el trimestre pasado, según información publicada por agencias.
La cifra no es negativa si se compara este periodo con el mismo de 2014, en esa relación la economía estadounidense registró un avance del 2%. Esto es porque el principal motor económico del país, el gasto de los consumidores, creció un 3,2% en el trimestre, por encima del dato del periodo anterior.
Los analistas esperan que este indicador siga mostrando fortaleza en los meses que restan de año impulsado por los bajos precios del petróleo y la llegada de la época de compras navideñas. Las empresas aprovecharon este buen momento para reducir de manera significativa sus inventarios, que se situaron en 56.800 millones de dólares, la más baja desde el primer trimestre de 2014.
Pese a la fortaleza del dólar, el comercio externo no supuso pérdidas para la economía, ya que las exportaciones crecieron a una tasa del 1,9% mientras que las importaciones lo hicieron a un 1,8%. Hasta ahora, los analistas habían mostrado su preocupación porque la debilidad de la demanda externa, arrastrada por la ralentización de China, pudiese enfriar el ritmo de crecimiento en EEUU, una vez que parece haber ganado impulso tras la crisis financiera de 2008.
Por su parte, el gasto público, que en los últimos años había sido un freno debido a la contención fiscal y los recortes en los programas federales, aumentó a un ritmo de 1,7%, levemente por debajo del 2,6% del trimestre previo.
Decisión de la Fed
El índice de crecimiento se da a conocer un día después de que la Reserva Federal (Fed) culminase su reunión de política monetaria de dos días, en la que decidió mantener sin cambios los tipos de interés entre el 0% y el 0,25%. La Fed, no obstante, insistió en que la economía continúa con su expansión a ritmo "moderado", por lo que abrió la puerta al inicio del ajuste monetario en la próxima reunión del banco central, prevista para diciembre.
La baja inflación, que apenas va por encima del 0% interanual, empujada por los bajos precios de la gasolina, es la gran duda del banco central. Este punto estimula el gasto de los consumidores, que en EEUU supone casi el 70% de la actividad económica, pero ha afectado duramente a zonas productoras de petróleo y gas del centro del país como Texas.
La Fed lleva varias reuniones postergando su decisión sobre el inicio del alza de tipos de interés ante el mixto panorama económico, que incluye un tasa de desempleo en mínimos desde 2008 y una inflación muy por debajo de la meta de medio plazo del 2%.
En su habitual comentario sobre el dato del PIB, el director del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jason Furman, subrayó que "el crecimiento reflejó una combinación de una sólida demanda doméstica y volátiles factores transitorios".
"El gasto de los consumidores continuó aumentando a un ritmo sólido, mientras la inversión en inventarios descendió de manera aguda y las exportaciones netas se mantuvieron neutrales para la actividad general", agregó Furman. Los mercados recibieron la noticia con tibieza, pues Wall Street abrió su jornada a la baja y el Dow Jones, su principal indicador, cedía un 0,21%, según reseña la agencia EFE.
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