MIAMI.-RUI FERREIRA
Especial
@ruiefe
En el debate de esta noche, que será trasmitido por la cadena pública PBS a partir de las 9 de la noche, lo más probable es que Sanders intente convencer a la audiencia de lo poco que conocen sobre el socialismo que propugna
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Hillary Clinton llega al debate demócrata de este jueves en la noche, en la Universidad de Winsconsin-Milwaukee, con una necesidad urgente de reponerse de la espectacular derrota que sufrió el martes en las primarias de New Hampshire, un desenlace que la exsecretaria de Estado no esperaba tan dramático frente al veterano senador Bernie Sanders.
Clinton perdió por una diferencia abrumadora, 22%, y no logró convencer a las mujeres, su electorado natural, y a los jóvenes, que se fueron en masa con Sanders. Es por ello que, en las últimas 48 horas, la exprimera dama se ha volcado hacia los afroamericanos y en la mañana de este jueves ha logrado el apoyo del Comité de Acción Política del "Caucus negro" en el Congreso, lo cual no deja de ser políticamente significativo porque desde el inicio de esta precampaña se ha asumido que la también exsenadora sería la candidata natural de las minorías.
“Si hay alguien que siempre ha estado con nosotros todo el tiempo es Hillary Clinton. Ella ha sido durante toda su carrera una persona que ha luchado por los asuntos que son importantes para la comunidad afroamericana”, dijo el congresista por Nueva York, Gregory Meeks.
Es por eso que “apoyarla es lo correcto y los afroamericanos no son tontos. Secundan a la gente que conserva sus mejores intereses en el corazón”, enfatizó. Recuérdese que el 43% de los demócratas en Carolina del Sur, la próxima primaria, son blancos, y el 53, afroamericanos.
En Carolina del Sur las primarias son separadas. Los republicanos van a las urnas el sábado 20 y los demócratas una semana después. En el interín hay otra importante batalla, los caucus de Nevada, donde lo demócratas votan el 20 de febrero y los republicanos tres días después.
Sanders sabe que el apoyo del Comité de Acción Política a Clinton puede ser funesto para sus aspiraciones y, por ello, al día siguiente de New Hampshire se dedicó a cortejar el voto afroamericano y se reunió con el activista, el pastor Al Sharpton, quien no asumió un compromiso definitivo. “Le pregunté muy directamente sobre la acción afirmativa. También muy directamente sobre la brutalidad policial y los abusos”, dijo tras un almuerzo este miércoles en un restaurante del Bronx.
“Me preocupa que en enero del próximo año, por primera vez en la historia, una familia negra saldrá de la Casa Blanca. No quiero que las preocupaciones de los afroamericanos también salgan con ella”, dijo Sharpton.
En el debate de esta noche, que será trasmitido por la cadena pública PBS a partir de las 9 de la noche, hay varios aspectos a tener en cuenta. Con la victoria en New Hampshire a sus espaldas, lo más probable es que Sanders intente convencer a la audiencia de lo poco que conocen sobre el socialismo que propugna y, para ello, los más natural es que vuelva a insistir en su visión de cómo los estadounidenses viven en un mundo plagado de diferencias económicas y sociales, rodeados de posturas racistas y atrapados en un sistema político donde el dinero controla la vida electoral ahogando las necesidades de la gente. Deberá ser un mensaje contra lo que llama “la oligarquía que nos gobierna”.
Por su lado, Hillary tiene una tarea profunda que quizá la llevará a cambiar su discurso para no repetir errores del pasado, y aferrarse a las necesidades de mujeres y jóvenes, así como deberá intentar cautivar a aquel electorado que vota por primera vez en este ciclo. Es posible que la exprimera dama apunte contra Sanders de un modo agresivo, nunca antes visto, en temas que le interesan a las minorías, como inmigración, violencia racial, bajos ingresos o inseguridad laboral. Y podrá llegar a punto de abogar abiertamente por la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, criticando a su contendiente por proponer un cambio al sistema que encarecería los seguros.
Tampoco es previsible que se olvide de las críticas que recibió en el último debate, cuando Sanders la acusó de ser un títere de los intereses de Wall Street y quedarse callada por la penetración del dinero en la política.
Esto pudiera provocar una reacción aún más agresiva por parte de Sanders quien, a brazos con su poca influencia entre las minorías, lo más probable es que vuelva a insistir y detallar aún más sus ideas sobre la necesidad de que los estudios universitarios sean gratuitos, el aumento del salario mínimo y un refuerzo en las políticas sociales de ayuda y subvención a la clase media, en su opinión, la gran víctima de la recesión económica.
Por último hay que tener en cuenta que la realización de este debate demócrata en Winsconsin no es una casualidad. El estado es fuertemente republicano pero tiene una importancia sustancial para los demócratas. Obama ganó allí en 2008 y 2012.
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