Rui Ferreira.-Especial
@ruiefe
Aunque puede ser difícil de entender cómo se puede escoger el Día de los Enamorados para un debate político de la envergadura del que esta noche protagonizarán los seis aspirantes republicanos a la Casa Blanca, lo cierto es que, ha juzgar por la ferocidad con que se han atacado en los últimos días, la cosa bien pudiera terminar siendo algo así como una especie de ‘Masacre de San Valentín’.
Todos ellos, tanto el empresario Donald Trump, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, el ex gobernador de Florida Jeb Bush, el neurocirujano Ben Carson y el gobernador de Ohio, John Kasich, se han propinado mutuamente todo tipo de disparos desde las primarias de New Hampshire el pasado lunes.
Hay dos duelos que deberán ser observados con atención y, de ser posible, sin la presencia de menores porque la cosa promete. El que parece más destacado es entre Trump y Cruz quienes, desde la victoria del senador en el Caucus de Iowa y la del empresario en New Hampshire, se atribuyen el favoritismo de las huestes republicanas y se han tirado a la yugular. Trump acusó directamente a Cruz de ser ‘deshonesto y mentiroso’. “¿Cómo puede Cruz decir que es un cristiano evangélico cuando miente tanto y es tan deshonesto?”, dijo el empresario inmobiliario.
Trump se refería a una ola de rumores que la campaña de Cruz habría puesto a circular en New Hampshire, diciendo que Ben Carson se iba a retirar de la campaña. La cosa se calentó cuando los activistas de campaña descubrieron que el senador por Texas usó en un anuncio publicitario la imagen de una, supuesta, actriz pornográfica. El anuncio fue retirado de inmediato pero el daño ya estaba hecho. Y cuando se dieron cuenta de que, durante el uso de un banco telefónico, los activistas de Cruz amenazaban a los electores que admitían que no iban a votar por el senador, ‘ardió Troya’. “Esto muestra lo que Cruz es capaz de hacer si llega a la Casa Blanca”, dijo Trump.
Desde Iowa, el senador la ha emprendido directamente contra el empresario con acusaciones de que no es ‘presidenciable’, no tiene ‘la más minima experiencia política’ y quiere ‘destruir los valores más intrínsecos de esta nación’.
El otro duelo interesante será entre Bush y Rubio. Éste debe recuperarse del desastre del último debate si quiere ir lejos y el primero tiene una de sus últimas oportunidades de hacerse valer como una alternativa centrista a los extremismos de los demás candidatos. Pero ambos tienen un problema común, las primarias de Florida que deberán disputar en marzo, en un estado donde no se sabe a ciencia cierta quié n es más popular, una vez que Trump lleva la delantera entre los republicanos, y porque han hecho muy pocas apariciones.
Los ataques de Rubio a su ex protector parten del principio de que como es miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado tiene mayor experiencia en política exterior. Una aseveración a la cual Bush ha contestado con una denuncia que su antiguo pupilo tiene un historial sumamente cuestionable en materia de ganas de trabajar, no ha participado en casi ninguna votación en el Senado y sus opiniones sobre política exterior apenas han tenido impacto en la Casa Blanca o el trabajo senatorial. De hecho, ha dicho un miembro del entorno de Bush, Rubio no tenía la más minima idea de que Estados Unidos estaba negociando un deshielo con Cuba y le pasó por adelante. “No tiene ni siquiera fuentes”, afirmó una fuente a un sitio politico.
Se espera que Bush ataque a Rubio con detalles de su trabajo en la legislatura estatal de Florida. Ambos siempre trabajaron juntos, se conocen bien y saben que Florida es un estado importante en toda elección presidencial. La impresión que vayan a causar ahora será definitoria en las primarias de Florida. Hay que ganar el estado del sol a como de lugar, por ello el debate de esta noche puede volverse realmente ‘una masacre de San Valentín’.
El intercambio comienza a las 9 de la noche y podrá ser visto en la cadena CBS.
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