MIAMI.- El presidente del American Petroleum Institute (API), Mike Sommers, pidió al presidente Joe Biden y el Congreso de la nación ponerse de acuerdo para equilibrar el suministro de petróleo en el país, a raíz del alza del precio internacional del preciado combustible.
El presidente de la asociación comercial de energías habló durante una conferencia de prensa por teléfono acerca de un plan de API que facilitaría un uso mayor de gas natural y petróleo sin afectar el medio ambiente.
“Incrementar la producción, tener la infraestructura necesaria y mejorar la red de operaciones son los tres factores que proponemos”, indicó Sommers.
El presidente de API aseguró que su labor es "promover la seguridad en toda la industria a nivel mundial e influir en las políticas públicas en apoyo de una industria de petróleo y gas natural de EEUU fuerte y viable".
“La producción sube, pero no a los niveles de 2019 y nos preocupa que la Casa Blanca no crea que hace falta más gas natural y petróleo”, apuntó.
A la pregunta de DIARIO LAS AMÉRICAS cuánto más es necesario extraer del subsuelo estadounidense para mejorar los precios en el mercado, Sommers contestó “no podemos dar un estimado, pero sí podemos decir que debemos contar con políticas prácticas que nos lleven hacia una dirección adecuada” y por ello reclamó al Gobierno federal y el Congreso “trabajar en conjunto para producir más”.
“Estamos dispuestos a trabajar con el Gobierno y buscar la forma de aliviar las discrepancias que existen entre ambos bandos (republicanos y demócratas) en el Congreso”, apuntó el vicepresidente de políticas, economía y regulaciones de API, Frank Macchiarola.
Minutos antes, Sommers habló durante el encuentro anual State of American Energy y apuntó al "aluvión de retórica negativa" de la Casa Blanca contra las compañías de petróleo, en el que Biden pidió un impuesto sobre las ganancias récord obtenidas por compañías como Exxon Mobil y Chevrón.
"Incluso en el mejor de los casos, esto habría sido una mala idea. Pero añada el aumento en la demanda tras la pandemia de coronavirus y una guerra en Europa y tendremos una crisis energética global", aseguró.
Estos comentarios están ligados a las afecciones en la economía internacional tras el paso de la pandemia y la continuidad de la invasión de Rusia a Ucrania, que, en conjunto, además de otros ingredientes paralelos, alentaron el alza de los precios del petróleo.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ampliando los incentivos para la energía eólica y solar y los vehículos eléctricos, así como limitando nuevas perforaciones de petróleo y gas en tierras y aguas federales.
“Como presidente, tengo la responsabilidad de actuar con urgencia y resolución cuando nuestra nación enfrenta un peligro claro y presente”, señaló Biden en julio.
"De eso se trata el cambio climático. Es literalmente, no en sentido figurado, un peligro claro y presente", aseguró.
Entretanto, Sommers espera que la producción de petróleo aumente, tan pronto el Congreso, que cuenta ahora con mayoría republicana en la Cámara Baja, se ponga de acuerdo con los demócratas para aumentar la extracción del preciado combustible fósil en terrenos federales.
De hecho, Estados Unidos figura entre las 10 naciones con mayor cantidad de petróleo en el subsuelo, con cerca de 69.000 millones de barriles, según el informe de World Population Review.
Además, Sommers apuesta por acelerar el proceso de permisos para grandes proyectos de energía como terminales de GNL y gasoductos de gas natural: un objetivo político compartido por grupos de energía limpia.
“El objetivo es obtener más energía con menos emisiones”, subrayó.
"Estamos listos para hacer el trabajo, dedicar tiempo a esta administración y este nuevo congreso para elaborar soluciones bipartidistas", aseguró.