MIAMI.- La Green Card o tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos, es uno de los documentos más codiciados por los inmigrantes. Garantiza el derecho a vivir y trabajar legalmente en el país, pero no equivale a inmunidad.
La Green Card garantiza el derecho a vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos, pero no equivale a inmunidad
MIAMI.- La Green Card o tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos, es uno de los documentos más codiciados por los inmigrantes. Garantiza el derecho a vivir y trabajar legalmente en el país, pero no equivale a inmunidad.
De hecho, bajo ciertas circunstancias, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus sglas en inglés) tiene autoridad para iniciar un proceso de expulsión incluso contra residentes permanentes con estatus vigente.
Expertos en derecho migratorio aclaran que la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) establece un marco legal que permite la deportación de quienes poseen la Green Card, siempre y cuando existan causas específicas que lo justifiquen. En la mayoría de los casos, estas causas están relacionadas con condenas criminales, fraude migratorio o abandono del estatus de residencia.
Entre las principales razones que pueden llevar a un residente permanente a enfrentar un proceso de remoción se encuentran:
Condenas penales: delitos graves catalogados como aggravated felonies, que incluyen narcotráfico, tráfico de armas, violencia doméstica, fraude a gran escala o crímenes violentos. También ciertos delitos de “moral turpitude”, como robo o fraude, pueden ser causa de expulsión si ocurren dentro de los primeros cinco años de haber obtenido la residencia.
Fraude en la obtención de la Green Card: si se descubre que el inmigrante falseó información para obtener el beneficio, USCIS y el ICE pueden revocar la residencia y proceder con la deportación.
Abandono de la residencia: cuando un residente pasa más de seis meses fuera del país sin una justificación válida, o demuestra intención de vivir de manera permanente en otro lugar, las autoridades pueden considerar que renunció de facto a su estatus.
Seguridad nacional: vínculos con terrorismo, espionaje u otras amenazas directas contra Estados Unidos son causales inmediatas de expulsión.
Incumplimiento de obligaciones migratorias: entre ellas, no notificar cambios de domicilio en el plazo de diez días o negarse a renovar la Green Card.
Aunque ICE tenga facultad para iniciar un proceso de deportación, la expulsión de un residente permanente no ocurre de inmediato. Generalmente, se abre un procedimiento de remoción ante un juez de inmigración, donde el afectado tiene derecho a defensa legal.
Durante la audiencia, el inmigrante puede presentar pruebas, solicitar perdones migratorios o aplicar a la cancelación de deportación, siempre que cumpla con los requisitos de ley. En última instancia, es un juez de inmigración quien decide si el individuo pierde su estatus de residente o mantiene su derecho a permanecer en el país.
La Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA, por sus siglas en inglés) advierte que los residentes permanentes deben ser conscientes de que la Green Card implica responsabilidades legales, además de derechos.
“Un residente permanente puede ser deportado si comete ciertos delitos o infringe disposiciones de inmigración. Es fundamental consultar a un abogado antes de declararse culpable en un caso penal, ya que las consecuencias migratorias pueden ser irreversibles”, señala la organización en sus guías públicas.
Tener la Green Card activa no significa que un inmigrante esté exento de la acción del ICE. Aunque es una protección sólida y un paso previo a la ciudadanía, la residencia puede perderse por faltas graves o incumplimientos legales.
La recomendación de los expertos es clara: mantener una vida legal, cumplir con todas las obligaciones migratorias y buscar asesoría legal inmediata en caso de enfrentar cargos criminales o procesos de inmigración.
FUENTE: Con informacón de INA / USCIS / ICE / Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración