Las nuevas reglas se prestaron para innumerables burlas. La republicana Susan Collins bromeó en la NBC al decir que planeaba lucir "bikini".
Pero el tema es mucho más serio de lo que parece y reafirma la agenda socialista de los nuevos demócratas en Congreso. Parte de esa agenda es desacreditar el respeto que se ha ganado Estados Unidos durante décadas de dolor y sacrificio mediante el fortalecimiento de la democracia y guerras necesarias con la pérdida de cientos de miles de estadounidenes.
Parte de la agenda extremista de izquierda o mal llamada "progresista" es resquebrajar la ética de las instituciones federales, echar por tierra todos los valores conservadores de la nación, coartar la libertad de prensa y de expresión individual, dilapidar las creencias religiosas o credos de las personas, devorar la identidad sociocultural y económica de la sociedad estadounidense; imponer a la fuerza el control unilateral del estado federal, manipular el voto democrático y toda la información oficial, entre otros muchos objetivos, cuyas pretensiones finales son instaurar un régimen socialista de control centralizado -muy similar al de China- y con un solo Partido en el poder, por supuesto anticonservador.
El líder de la mayoría "demócrata" de la Cámara Alta del Congreso, Chuck Schumer, comunicó que ya "no es necesario aplicar un código de vestimenta no escrito", cuya abolición se anunció el domingo.
Los pasos de los nuevos demócratas radicales aumentan a medida que se acercan las elecciones primarias del Partido Republicano
Congresistas, incluso demócratas, y la mayoría republicanos, lo consideran "un insulto al decoro".
Las normas se aplican a todos pero vienen como anillo al dedo al senador demócrata John Fetterman, amante de los pantalones cortos y las sudaderas con capucha. Un estilo de vestir que se convirtió en su firma en la campaña electoral para entrar en el Senado.
Schumer dijo que los senadores podrán vestir como quieran pero él seguirá llevando traje.
"Creo que hay una cierta dignidad que deberíamos mantener en el Senado, y suprimir el código de vestimenta, para mí, degrada la institución", dijo.
El senador republicano Bill Hagerty declaró a Fox Business: la medida es "un paso más en el movimiento de los demócratas para transformar a Estados Unidos para mal, para llevarnos a un lugar mucho menos respetuoso de lo que hemos sido históricamente".
La también republicana Wyoming Cynthia Lummis lamentó una decisión que "deshonra" a una prestigiosa institución con poder de destituir al presidente, confirmar a los jueces del Tribunal Supremo y ratificar tratados internacionales.
"Por respeto, deberíamos tener un poco de decoro", opinó el senador de Kansas Roger Marshall.
Su colega de Dakota del Norte, Kevin Cramer, denunció un intento de "convertir el Senado de Estados Unidos en un bar deportivo".
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han relajado en los últimos años las normas para que las mujeres puedan ponerse vestidos sin mangas, pero dentro de códigos de ética y respeto, sin representar un insulto
Los tiempos cambian y el mundo se ha tornado mucho más moderno en las últimas dos décadas, pero tampoco es hacer un club deportivo, una discoteca o un parque recreativo en el Congreso de EEUU, un lugar que representa toda la historia de la nación americana, merece seriedad y solemnidad.
Y en 2019 la Cámara dio luz verde a los atuendos religiosos para permitir el velo islámico usado por la congresista Ilhan Omar.
FUENTE: con información de AFP