MIAMI.– Menos de dos horas después de que el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Devin Nunes, acudiera al rescate del presidente Donald J. Trump, entregándole algunas evidencias de pinchazos telefónicos a su campaña, el segundo del comité, el representante demócrata Adam Schiff, se quejó amargamente en una rueda de prensa de que su colega actuó por su cuenta y no le advirtió de nada.
Schiff no solo protestó porque Nunes no compartió información que, a todas luces puede darle un vuelco al polémico caso, como también lo criticó por haberla compartido con la Casa Blanca sin consultar con nadie en el comité que investiga los pinchazos y la supuesta interferencia rusa en las presidenciales.
“Si esta información es correcta debió ser compartida con los miembros del Comité, pero nada de eso ha sucedido. El presidente también ha compartido esta información con la Casa Blanca antes de entregarla al Comité lo cual constituye una profunda irregularidad una vez que este asunto se encuentra bajo investigación. Le he hecho saber al presidente que esta nos es la forma de llevar a cabo una investigación creíble”, enfatizó Schiff.
De todos modos, puntualizó, lo que Nunes ha desvelado aparentemente “de ningún modo sugiere que el presidente tuvo los teléfonos intervenidos por su antecesor”.
Por la mañana, Nunes dijo a un grupo de periodistas que había recibido información “de una fuente anónima”, en el sentido de que Trump fue vigilado de modo ‘circunstancial’. Sin embargo, la información fue filtrada y los individuos involucrados han sido ‘desenmascarados’. O sea, acorde con Nunes, durante una investigación de rutina los teléfonos de Trump fueron pinchados por accidente no porque el ahora presidente estuviera siendo objeto de una vigilancia en particular.
“Esta información me fue provista legalmente por fuentes que pensaban que debíamos saberlo”, afirmó el congresista republicano, y abarca “docenas de informes, pero ninguna mención a Rusia”. Es más, se trata de “información clasificada y no tiene nada que ver con ninguna investigación criminal. Es una recopilación circunstancial normal, al menos por lo que pude leer, agregó.
A media tarde, Nunes fue recibido de urgencia por Trump en la Casa Blanca a quien mostró la documentación, desatando la ira de su colega demócrata que no tuvo oportunidad de verla antes. Se supone que una investigación legislativa, como criminal, no puede ser detallada a nadie fuera del mundo legislativo. Tras el encuentro, el mandatario dijo al grupo de periodistas que lo acompaña que se siente “parcialmente revindicado”.
“De cierta forma lo siento. Les debo decir algo así. Y aprecio mucho el hecho de que ellos han encontrado lo que hallaron”, agregó el mandatario.
Pero el caso no está cerrado. En la documentación que Nunes dice tener en su poder, pudieran aparecer nombres de miembros del equipo de transición de Trump cuyos teléfonos habrían sido intervenidos. “Todo ciudadano estadounidense envuelto en una actividad de vigilancia tiene, por ley, su nombre protegido. El simple concepto de que los nombres de estas personas se hagan públicos levanta muchas dudas. ¿Por qué el nombre fue desvelado y con qué intención?”, se preguntó el portavoz presidencial, Sean Spicer.
Como Nunes aclaró, el nombre de Trump no aparece en la documentación que ha recibido, sino el de sus colaboradores. El congresista no los reveló pero algunos observadores creen que pudiera tratarse del exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn y, quizá el mismo vicepresidente Mike Pence. Las grabaciones habrían sido hechas realmente a los teléfonos de diplomáticos rusos, algo que es considerado rutinario en Washington.
Incluso cuando le preguntaron a Nunes si cree que el equipo de transición fue víctima de una acto de espionaje, contestó que “todo depende de lo que se entienda por espionaje”.

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