MIAMI — Uno de los principales sospechosos en el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moise accedió el miércoles a permanecer detFloridaenido en Miami mientras enfrenta acusaciones de que participó en el magnicidio ocurrido en julio de 2021.
MIAMI — Uno de los principales sospechosos en el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moise accedió el miércoles a permanecer detFloridaenido en Miami mientras enfrenta acusaciones de que participó en el magnicidio ocurrido en julio de 2021.
El haitiano-estadounidense James Solages, de 37 años, hizo pública su decisión en una audiencia realizada en los tribunales federales del sur de la Florida una semana después de haber comparecido por primera vez ante la justicia estadounidense tras haber sido trasladado a este país.
“Las partes han llegado a un acuerdo”, expresó la fiscal Andrea Goldbarg en una breve audiencia frenta a la jueza Lisette M. Reid, al anunciar que el gobierno y la defensa habían pactado la permanencia en prisión de Solages.
“Eso es correcto”, afirmó de inmediato el abogado de Solages, Jonathan S. Friedman, antes de que la magistrada emitiera una orden de detención que podrá ser revisada en el futuro si la defensa del sospechoso lo considera necesario.
Solages permanece detenido en una prisión federal del centro de Miami desde el martes 31 de enero, cuando arribó junto a otros tres sospechosos de haber tramado y participado en el asesinato del presidiente haitiano. Los otros tres —el exsoldado colombiano Germán Rivera García y los haitiano-estadounidenses Joseph Vincent y Christian Emmanuel Sanon— ya habían accedido a quedar detenidos en la primera comparecencia en los tribunales.
Parado junto a su abogado en un podio frente a la jueza, Solages lució tranquilo, con sus muñecas esposadas y sus tobillos encadenados con grilletes. Llevaba traje de presidiario de color beige, y no efectuó declaraciones.
La del miércoles era una audiencia de fianza en la que la defensa podría haber pedido su liberación provisional. Es común que algunos detenidos lo hagan para evitar permanecer largos períodos de tiempo presos mientras sus casos se ventilan en las cortes. Sin embargo, en casos donde las acusaciones son graves algunos abogados optan por no pedir la libertad bajo fianza.
Junto con Vincent, de 57 años, y Rivera García, de 44, Solages está acusado de asociación ilícita para cometer asesinato o secuestro en otro país, y de suministrar ayuda material y recursos que resultaron en muerte. Los tres estuvieron entre los primeros arrestados después que Moise recibió 12 disparos en su casa privada de Puerto Príncipe, la capital haitiana, el 7 de julio de 2021.
En total, en el sur de la Florida permanecen detenidos siete sospechosos por su presunta participación en el asesinado del líder haitiano. Los otros tres son Mario Palacios, quien junto a Rivera García es uno de los cerca de 20 expolicías colombianos que enfretan acusaciones, el empresario haitiano Rodolphe Jaar, que se desempeñó como informante del gobierno estadounidense, y el senador haitiano John Joël Joseph.
Según documentos judiciales, dos meses antes de que mataran a Moïse, Vincent le envió un mensaje de texto a Solages con un video de un gato “reaccionando alerta” al sonido de disparos. Solages se rió, lo que provocó que Vincent respondiera: “Así es como será Jovenel, pero (antes) si ustedes realmente lo hacen”. Entonces Solages respondió que ”(este) gato nunca volverá” y “créame hermano, definitivamente estamos trabajando en nuestra decisión final”, según indican los documentos.
Posteriormente, en junio, unos 20 exsoldados colombianos fueron reclutados para supuestamente ayudar a arrestar al presidente y proteger a Sanon, quien tenía aspiraciones de convertirse en el nuevo líder de Haití. Rivera García era el líder del grupo, según los documentos que presentó la fiscalía.
Las autoridades dijeron que el plan era detener a Moïse y trasladarlo en avión a un lugar no identificado, pero fracasó porque los sospechosos no pudieron encontrar un avión o suficientes armas.
Un día antes del asesinato, Solages le mintió a otros de los sospechosos diciéndoles que se trataba de un operativo de la CIA y que la misión era matar al presidente, según los documentos. Poco antes del magnicidio, dijeron las autoridades, Solages gritó que supuestamente se trataba de una operación de la DEA para garantizar el cumplimiento del equipo de seguridad del presidente.
FUENTE: Con información de AFP