martes 18  de  marzo 2025
Abuso Sexual

Surgen interrogantes sobre la supervisión de Epstein

Es muy probable que las autoridades estén poniendo su atención en el equipo de reclutadores y empleados que, según los reportes policiales, sabían de la inclinación de Epstein por las menores de edad y le preparaban víctimas

NUEVA YORK.-Uno de los guardias del financista Jeffrey Epstein la noche en que se suicidó en su celda de una cárcel federal no era un agente de correccionales, según una persona familiarizada con el centro de detención, el cual está bajo escrutinio por lo que el secretario de Justicia William Barr consideró el lunes “irregularidades graves”.

Epstein, de 66 años, fue hallado muerto el sábado por la mañana en su celda del Centro Correccional Metropolitano, una cárcel que solía tener renombre por su capacidad para mantener controlados a prisioneros célebres con estrictas medidas de seguridad.

“Me quedé horrorizado, y de hecho todo el departamento lo estaba, y francamente enojado de enterarme del fracaso del CCM para mantener a este prisionero en una seguridad adecuada”, afirmó Barr en un congreso policial en Nueva Orleans. “Ahora nos estamos enterando de irregularidades graves en estas instalaciones que son profundamente preocupantes y exigimos una investigación a fondo. El FBI y la oficina del inspector general están haciendo justo eso”.

“Llegaremos al fondo de lo que ocurrió y habrá rendición de cuentas”, agregó.

En los días desde la muerte de Epstein -quien aguardaba a que le imputaran cargos por abuso sexual de menores de edad- ha comenzado a surgir una imagen de que este centro de detención en Manhattan padecía problemas crónicos de falta de personal donde probablemente se cometieron una serie de errores en el manejo de su reo de más alto perfil.

A Epstein se le consideró un interno con riesgos de suicidio al que había que supervisar después de que hace poco más de dos semanas fue hallado en su celda con moretones en el cuello. Pero a fines de julio se le retiró esa vigilancia y fue devuelto a la unidad de alojamiento especial de la cárcel.

Allí se suponía que un guardia debía revisar a Epstein aproximadamente cada media hora. Pero los investigadores se enteraron que esas revisiones no se efectuaron durante varias horas antes de que el financista fuera hallado inconsciente, de acuerdo con una persona familiarizada con el episodio, la cual habló a condición de guardar el anonimato porque carece de autorización para declarar sobre el asunto.

Un segundo individuo al tanto de las operaciones en la cárcel -el cual tampoco está autorizado para revelar información y habló a condición de guardar el anonimato- dijo que una de las dos personas que vigilaban a Epstein en las horas previas a que fuera hallado muerto no era un agente de correccionales, sino un reemplazo al que se le había presionado para que trabajara debido a que hacía falta personal.

Se desconoce cuál era el puesto regular del sustituto, pero las prisiones federales que enfrentan escasez de guardias entrenados han recurrido a que otro tipo de personal de apoyo reemplace a los agentes de correccionales, incluyendo trabajadores eclesiásticos y profesores.

The Washington Post fue el primero en reportar que uno de los guardias de Epstein no era un agente de correccionales.

Fiscales federales se enfocan en posibles colaboradores de Epstein

Fiscales federales en Nueva York se enfocan ahora en imputar posibles cargos contra cualquiera que lo apoyara en lo que las autoridades dicen era el abuso sexual desenfrenado de menores de edad.

Dos días después de la muerte del multimillonario en la cárcel de Nueva York donde aguardaba un juicio por cargos de tráfico sexual, el secretario de Justicia, William Barr, advirtió el lunes que “cualquier coconspirador no debería sentirse tranquilo”.

“Déjenme asegurarles que este caso continuará contra cualquiera que haya sido cómplice”, afirmó Barr en un congreso policial en Nueva Orleans. “Las víctimas merecen justicia, y la obtendrán”.

Es muy probable que las autoridades estén poniendo su atención en el equipo de reclutadores y empleados que, según los reportes policiales, sabían de la inclinación de Epstein por las menores de edad y le preparaban víctimas.

The Associated Press revisó cientos de páginas de reportes policiales, registros del FBI y documentos judiciales que muestran que Epstein se apoyaba en todo un equipo de colaboradores para que le organizaran masajes que derivaban en actos sexuales.

Si cualquiera de los asistentes de Epstein esperaba evitar cargos a través de testificar contra él, su suicidio trastocó esa expectativa.

“Los que tenían ventaja como cooperadores potenciales (con la justicia) ahora son los blancos primarios”, dijo Jacob S. Frenkel, exfiscal federal. “Ya no tienen a nadie contra el cual cooperar”.

Un posible obstáculo a que se finquen más cargos es el controvertido acuerdo de culpabilidad que Epstein alcanzó hace más de una década en Florida. El acuerdo de no enjuiciamiento no sólo le permitió al financista declararse culpable en 2008 de cargos estatales menores y pasar sólo 13 meses tras las rejas, sino que también protegió de un juicio a varios colaboradores de Epstein que presuntamente recibieron pagos para reclutarle chicas.

Al aplicarle cargos a Epstein el mes pasado, fiscales federales de Nueva York argumentaron que el acuerdo de no enjuiciamiento sólo es vinculante para sus contrapartes en Florida.

Pero Gerald Lefcourt, un abogado que negoció dicho acuerdo, dijo que éste aún debería proteger a cualquier presunto coconspirador de lo que ocurrió entre 2001 y 2007.

“Nunca hubiera firmado el acuerdo ni lo hubiera recomendado a menos que creyéramos que solucionara lo que afirmaba: toda la responsabilidad penal federal y estatal”, dijo Lefcourt el lunes.

En sus reportes, la policía señaló que los asistentes de Epstein trabajaban como un equipo de avanzada para facilitarle sus dos masajes diarios, con frecuencia de chicas de secundaria a las que se les pagaban cientos de dólares por cada “cita”. Sarah Kellen, asistente personal de Epstein, llamaba con anticipación a reclutadores en Florida a donde él planeaba viajar a su mansión de Palm Beach.

La socialité británica Ghislaine Maxwell, exnovia de Epstein, fue descrita en una demanda de 2017 como la “empleada de mayor rango” en la presunta empresa de tráfico sexual del financista. Ella supervisaba y entrenaba a los reclutadores, desarrollaba planes de reclutamiento y ayudaba a que la policía no se enterara de la actividad.

FUENTE: Con información de AP

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