Sobre las 8:00 de la noche, hora del Este, el expresidente había ganado en Virginia y en Carolina del Norte. Horas después agregaba Maine, Alabama, Oklahoma, Tennesse, Texas, Massachusetts, Minnesota, Colorado, California y Arkansas, Utah y Alaska. De esta forma, Trump arrasaba en el Supermartes y le dejaba sólo un famélico triunfo a la exgobernadora de Carolina del Sur.
Vermont, con apenas 17 delegados, lo ganó Nikki Haley y lo sumó al Distrito de Columbia: sus dos pírricas y únicas victorias frente a las 21 que acumula Trump; una barrida pronosticada.
"¡Gracias - MAGA!", escribió Trump en su plataforma Truth Social, utilizando el acrónimo de su lema "Make America Great Again" ("Hagamos a Estados Unidos grande otra vez") y enumerando los estados donde había garantizado el triunfo.
En la mansión del exmandatario en Mar-a-Lago, Florida, nadie dudaba de que el expresidente será el candidato republicano a la Presidencia.
Bajo imponentes candelabros, los invitados se prepararon para celebrar la gran victoria en el Supermartes con las famosas gorras rojas del movimiento conservador MAGA.
El expresidente Donald Trump quería "sepultar definitivamente" a su última rival por la nominación presidencial republicana, Nikki Haley, y erigirse como el gran campeón de su Partido durante el "Supermartes", donde 15 estados votaron simultáneamente en las primarias.
Por su parte, el presidente Joe Biden dijo en un comunicado emitido por su equipo de campaña: "Trump está arrasando en las primarias republicanas del 'Supermartes' en todo el país. Seremos nosotros contra toda la derecha trumpista en estas elecciones (...). Necesito tu ayuda".
El dictamen de la Corte Suprema de EEUU
Antes del Supermartes, Trump ya contaba con victorias en Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Idaho y Michigan.
El denominado Supermartes llegó para el exmandatario con la importante decisión unánime de la La Corte Suprema de Estados Unidos que lo restableció en las boletas primarias presidenciales de 2024.
La sentencia del Supremo rechazó todos los intentos de la izquierda y la extrema izquierda en EEUU de responsabilizar al expresidente republicano de incititar la entrada al Capitolio en enero de 2021, en medio de una multitudinaria manifestación en Washington por las irregularidades en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
La izquierda invocó la 14 enmienda de la Constitución y la Corte Suprema de Colorado, en un dictamen inaudito por no contar con una previa sentencia de insurrección contra Trump- decidió por mayoría sacarlo de la boleta primaria electoral y luego de sumaron otros como Maine e Illinois, el estado de Barack Obama.
Los jueces dictaminaron que los estados no pueden invocar una disposición constitucional posterior a la Guerra Civil para impedir que los candidatos presidenciales aparezcan en las boletas. Ese poder reside en el Congreso, escribió el tribunal en una opinión no firmada.
El resultado puso fin a las acciones radicales en esos tres estados y en otros gobernados por la izquierda y la extrema izquierda para sacar de la boleta electoral a Trump, el gran favorito para la nominación de su partido y para los comicios presidenciales de noviembre, según todas las encuestas nacionales.
El expresidente, víctima de un hostigamiento político brutal, calificó horas antes del Supermartes la decisión del Supremo en Washington como una "gran victoria" para Estados Unidos.
Un Supermartes sin sorpresas
Por el Partido Republicano, 854 delegados estaban en juego, mientras los demócratas ortorgaban 1.420 delegados. El exinquilino de la Casa Blanca llegó con 273 al Supermartes. Necesita 1.215 para proclamarse candidato presidencial republicano.
Ni Biden ni Trump podrán declararse de forma oficial como candidatos de sus respectivos partidos hasta que voten suficientes estados a mediados de este mes. Pero el día de mayor actividad de las primarias prácticamente sentenció la revancha entre ambos en noviembre próximo.
En tiempos pasados, el "supermartes" acaparaba toda la atención y esfuerzos, tanto humanos como de recaudación de fondos, pero esta vez los pronósticos eran bien claros antes de comenzar el Supermartes y tanto Trump como el presidente Joe Biden tenían en sus bolsillos los triunfos en los 15 estados programados.
Decenas de millones de estadounidenses fueron llamados a las urnas para designar a su candidato republicano y demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
Lo hicieron desde Maine, en el extremo noreste de Estados Unidos, hasta California, en la costa oeste, pasando por Texas, en el sur, e incluso la Samoa Americana, un pequeño territorio en el Pacífico. Alabama, Arkansas, Colorado, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont, Alaska y Virginia también ejercieron el voto.
Del lado opuesto, los demócratas y la extrema izquierda inmersos en una crisis de liderazgo alarmante se suman como única opción viable en torno a Joe Biden, quien siempre ha contado con el soporte directo del expresidente Barack Obama y gran parte del equipo que trabajó durante su mandato.
En otras circunstancias, Biden no tendría el respaldo de la mayoría demócratas debido en primer lugar a su deteriorado estado mental y físico que tratan de justificar los grandes medios de izquierda en EEUU y por supuesto la Casa Blanca. En segundo lugar, por el pésimo resultado de su gestión desde inmigración, economía hasta la política exterior.
Y son esos tres temas los que puntean en las encuestas nacionales dirigidas a la intención de voto para las elecciones presidenciales de noviembre de este año.
Biden, sin ningún rival de peso, ganó en los 15 estados en disputa.
Las primarias presidenciales comenzaron el 15 de enero en Iowa para los republicanos y el 3 de febrero en Carolina del Sur para los demócratas.
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FUENTE: Con información de AFP, AP y otras fuentes.