MIAMI.- Un 40% de los estadounidenses admite haber orinado alguna vez en una piscina siendo adulto y más de la mitad (51%) las usa como sustituto de la ducha o para eliminar el sudor después de hacer ejercicio o un trabajo duro.
MIAMI.- Un 40% de los estadounidenses admite haber orinado alguna vez en una piscina siendo adulto y más de la mitad (51%) las usa como sustituto de la ducha o para eliminar el sudor después de hacer ejercicio o un trabajo duro.
Así lo señala un sondeo publicado el Consejo de la Salud y la Calidad del Agua, un organismo independiente dedicado a aportar soluciones científicas y a elaborar políticas sobre ese tema, en coincidencia con el inicio de la temporada estival, que en Estados Unidos está marcada por el Memorial Day, el último lunes de mayo.
Los resultados del sondeo de 2019 pueden llevar a que muchas personas se lo piensen dos veces antes de meterse en una piscina, una instalación recreativa que muchos estadounidenses confunden con un baño colectivo, según apuntan los expertos del organismo.
Un 40% de los encuestados dice haber orinado en la piscina cuando ya no eran niños y un 51% haberse evitado una ducha o haberse enjugado el sudor con una zambullida.
Esto último incluso aunque el 64% de los encuestados dice saber que los productos químicos que se usan en las piscinas no eliminan la necesidad de ducharse.
"La reacción del cloro de la piscina ante la suciedad, el sudor, los productos de aseo u otras cosas que hay en los cuerpos que se sumergen le resta capacidad para matar gérmenes", dice Chris Wiant, presidente del Consejo de Salud y Calidad del Agua, quien recomienda darse una corta ducha antes de meterse en una piscina.
Un 48% de los encuestados no lo hace nunca, según el sondeo, y un 24% no se abstiene de bañarse en la piscina aunque una hora antes haya tenido diarrea.
Michele Hlvasa, jefa del programa de Natación Saludable del Consejo, exhorta sobre todo a no orinar en la piscina.
Como medida preventiva se recomienda usar los productos de análisis rápido del agua que existen en el mercado para medir los niveles de cloro o el PH, especialmente antes de meterse en una piscina pública o en las de un hotel o un parque acuático.
En Estados Unidos hay 10,4 millones de piscinas residenciales y 309.000 públicas, según la Asociación de Profesionales de Piscinas y Spas (APSP).
El informe Piscinas Saludables 2019 fue realizado en línea por Sachs Media Group a 3.100 adultos los días 12 y 13 de abril y tiene un nivel de error de +/- 2,7% y un nivel de confianza del 95%.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) contabilizaron entre 2000 y 2014 27.219 casos de enfermedad y ocho muertes relacionados con el agua de piscinas, parques acuáticos, spas y otros.
Hubo en ese periodo 493 brotes (más de dos personas enfermas en una misma instalación) y se logró identificar la causa de 385. En 363 brotes la causa fue patógena y en 22 se debió a sustancias químicas.
FUENTE: EFE