LOS ÁNGELES.- AP
LOS ÁNGELES.- Al menos siete personas, incluidas dos que fallecieron, han sido infectadas con una cepa potencialmente letal y resistente a los antibióticos de una bacteria después de haber sido sometidos a procedimientos endoscópicos
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El brote de una superbacteria que se sospecha está detrás de la muerte de dos pacientes de un hospital en Los Ángeles ha generado preocupantes dudas sobre el diseño de un instrumento médico difícil de limpiar usado en más de medio millón de personas en Estados Unidos anualmente.
Al menos siete personas, incluidas dos que fallecieron, han sido infectadas con una cepa potencialmente letal y resistente a los antibióticos de una bacteria después de haber sido sometidos a procedimientos endoscópicos en el Centro Médico Ronald Reagan de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) entre octubre y enero. Y al menos otros 170 pacientes podrían haber estado expuestos, de acuerdo con funcionarios de la universidad.
La UCLA dijo que las infecciones pudieron haber sido transmitidas a través de dos endoscopios contaminados que fueron usados para el diagnóstico y tratamiento de problemas pancreáticos y del ducto biliar.
Funcionarios del hospital informaron que han retirado de inmediato los instrumentos médicos contaminados a los que se atribuye el brote y adoptaron técnicas de esterilización más severas.
En una conferencia de prensa efectuada el jueves por la tarde, funcionarios de salud intentaron asegurar a la población que no existe mayor peligro.
"Este brote no es una amenaza a la salud pública", señaló el médico Benjamin Schwartz, subdirector de control y prevención de enfermedades graves transmisibles del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
Se han reportado infecciones de las enterobacterias resistentes a los carbapenémicos (CRE) en hospitales de todo el país, y algunas han sido vinculadas con un tipo de endoscopio que es usado en el diagnóstico y tratamiento de problemas pancreáticos y del ducto biliar. El duodenoscopio es un tubo delgado y flexible de fibra óptica que es introducido por el esófago para que el médico pueda examinar el duodeno. Por lo general cuenta con una luz y una diminuta cámara.
Los médicos descubrieron el problema por primera vez a mediados de diciembre, cuando un paciente fue sometido a una endoscopía y desarrolló una infección que no pudo ser tratada con antibióticos.
Una investigación fue efectuada y los médicos emplearon técnicas de alta tecnología para detectar otros casos, un proceso que les tomó varias semanas, de acuerdo con Zachary Rubin, director médico de epidemiología clínica y prevención de infecciones.
Se determinó que las infecciones de enterobacterias resistentes habían sido transmitidas de un paciente "fuente" a otros entre el 3 de octubre y el 28 de enero, dijo Rubin.
Se halló que los dos endoscopios tenían infecciones de CRE "incrustadas" pese a que habían sido esterilizados de acuerdo con las instrucciones del fabricante, señaló Robert Cherry, jefe médico y funcionario de calidad del Sistema de Salud de UCLA. Otros cinco instrumentos se encontraban desinfectados.
Como medida de precaución, los dos instrumentos fueron retirados, se adoptaron medidas de esterilización más severas y cualquiera que haya sido sometido a procedimientos con cualquiera de los siete instrumentos endoscópicos fue notificado de que existía un riesgo potencial de estar infectado, dijeron funcionarios.
El hospital les ha notificado a través de cartas y llamadas telefónicas, y les ha ofrecido someterse a pruebas gratuitas y opciones de tratamiento.
Inspectores de salud visitaron la UCLA tras ser notificados y "no hallaron brotes ni incumplimiento" en sus procedimientos de desinfección, dijo el médico Benjamin Schwartz, del departamento de salud del condado.
"Uno puede con facilidad hacer todo correctamente y aun así tener alguna contaminación", aseguró el médico Deverick Anderson, un experto en enfermedades infeccionas de la Universidad Duke. "Para nosotros esto es un problema, pero es probablemente uno para el que en este momento no tenemos una buena solución".
Lawrence Muscarella, un experto en control de infecciones en Filadelfia, dijo que los incidentes recientes apuntan a una falla de diseño que necesita ser corregida.
El jueves, la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) emitió una advertencia en la que indica a los médicos que, aunque sigan las instrucciones de desinfección indicadas por los fabricantes, los instrumentos pueden retener gérmenes infecciosos. El diseño complejo y sus partes diminutas pueden dificultar notablemente la desinfección, de acuerdo con la advertencia.
En un comunicado, la FDA dijo que trata de determinar qué más puede hacerse para reducir tales infecciones. Pero agregó que el retirar el instrumento del mercado privaría a cientos de miles de pacientes de "este procedimiento benéfico y que con frecuencia salva vidas".