La Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, la planta de generación más grande de Cuba, volvió a salir del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) la noche del jueves, apenas unas horas después de haber sincronizado de nuevo tras el colapso del día anterior.
El director de la planta, Rubén Campos,explicó que la turbina se disparó por un descenso de vacío y fallas en los eyectores, cuando la unidad generaba 210 megawatts. Su desconexión, ocurrida a las 7:07PM, confirmó una vez más la fragilidad del SEN, que según el régimen ya había sido restablecido en la tarde, detalla el portal web Diario de Cuba.
La Guiteras es considerada "piedra angular" del sistema eléctrico cubano, pero arrastra años de deterioro por falta de mantenimiento. En la edición del jueves del programa radiotelevisivo oficial Mesa Redonda, el director de la Unión Eléctrica, Alfredo López Valdés, anunció que a finales de 2025 la planta saldrá por seis meses para un mantenimiento capital, "el más amplio en décadas".
Los trabajos incluirán el reemplazo completo del recalentador de la caldera —una pieza crítica de 15 kilómetros de tuberías—, cambios en quemadores y conductos de aire y gases, así como la sustitución de bombas, motores y sistemas auxiliares. También se prevé mantenimiento a la turbina y al circuito de enfriamiento con agua de mar.
Pese a estas promesas, el funcionario reconoció que la reparación no convertirá a la caldera en nueva, sino que solo permitirá prolongar su vida útil.
Una red eléctrica colapsada
El miércoles, la desconexión simultánea de la Guiteras y de la CTE Felton provocó un apagón nacional. Aunque el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, aseguró que el SEN fue restablecido en menos de 24 horas gracias a la generación distribuida y a los microsistemas, admitió que las causas de la caída aún se investigan.
El propio ministro reconoció que el sistema opera en condiciones "muy frágiles", agravadas por la parada de Felton y la pérdida de potencia en las patanas flotantes durante agosto.
Según las cifras oficiales, más de 900 megawatts de generación distribuida tuvieron que emplearse para restablecer el servicio, un recurso concebido originalmente como respaldo y no como base permanente del SEN.
Petróleo, ahorro y fotovoltaica
Sobre el programa del régimen para "mejorar esta situación", De la O Levy señaló que es mucho más amplio que los parques solares fotovoltaicos.
La disminución de la producción de combustible es una de las principales causas de las afectaciones, de ahí que la recuperación de esa producción es una de las principales tareas.
Dijo que se ha trabajado en el mantenimiento a la infraestructura de pozos petroleros, más los insumos que requieren los mismos, y se ha logrado un ligero incremento en la producción, con respecto al año anterior.
A la vez, añadió que parte de la estrategia es lograr disminuir los consumos de combustible, que es donde entra la energía solar. Ya hay más de 30 parques inaugurados y sincronizados, que aportan más de 600 MW, dijo.
"No tenemos combustible y debemos alcanzar la independencia de la importación de combustible", admitió. La solar fotovoltaica es la energía renovable que más rápidamente se puede instalar y tiene altos niveles de eficiencia, además de que se pueden montar varios a la vez.
A ese programa se le sumará la acumulación de energía para elevar la estabilidad de la red, añadió, aunque el plan está lejos de funcionar en la práctica.
La realidad: apagones que no amainan
Pese al optimismo oficial y a los reconocimientos al esfuerzo de los trabajadores eléctricos, la población sigue enfrentando cortes diarios y prolongados. El restablecimiento anunciado no ha significado el fin de los apagones, que se mantienen como parte de la cotidianidad en todo el país.
Mientras el régimen asegura que su objetivo estratégico es la transición energética y la soberanía en la generación eléctrica, la inestabilidad de la Guiteras y el atraso en la incorporación de tecnologías de acumulación de energía hacen prever que las interrupciones continuarán.
La salida programada de la termoeléctrica por seis meses a finales de año abre un horizonte de mayor incertidumbre, con la certeza de que el sistema perderá temporalmente a su piedra angular sin que exista de momento capacidad de respaldo suficiente.
FUENTE: Diario de Cuba