Pablo Ibar, el hispano-estadounidense declarado culpable de un triple asesinato ocurrido en 1994 en Miramar, al norte de Miami, logró esquivar este miércoles la condena a muerte luego de que el jurado no alcanzara la unanimidad necesaria para la sentencia de pena capital.
De acuerdo con un reporte de Europa Press, el tribunal lo condenó a cadena perpetua mientras que la representación legal del acusado ya prepara recurso, al considerar que tiene "armamento probatorio más que sobrado" para obtener su excarcelación.
Ibar, de 47 años de edad, ha pasado 25 años en prisión, 16 de ellos en el corredor de la muerte en la cárcel de Raifrod. En 2016 la Corte Suprema de Florida anuló la sentencia de pena de muerte y ordenó repetir el juicio, al determinar que había tenido "una defensa ineficaz" y había sido condenado a partir de pruebas "débiles e escasas".
Este es el cuarto juicio que se ha celebrado contra Ibar en el Tribunal de Fort Lauderdale, unas 30 millas al norte de Miami, y los miembros del Jurado –siete mujeres y cinco hombres, de los cuales cinco son afroamericanos, cuatro hispanos y tres anglosajonas- condenaron a Pablo Ibar a cadena perpetua, tras declararle culpable el 19 del pasado mes de enero.
Ibar fue detenido el 14 de julio de 1994 en Miami-Dade por allanamiento de morada y robo, delitos por los que fue condenado a ocho años de cárcel. El 8 de agosto de ese año fue acusado del triple crimen cometido en Miramar, pese a que siempre defendió su inocencia, y aseguró que esa noche había estado con su novia, Tanya Quiñones, con la que posteriormente se casó.
El primer juicio fue declarado nulo por falta de acuerdo del jurado, el segundo aplazado, pero en el año 2000 se le consideró culpable y fue condenado a muerte. Tras los recursos de la defensa, en 2016 el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena a pena capital y ordenó repetir la vista oral.
En el último día de la nueva vista oral, las partes presentaron sus conclusiones finales y la Fiscalía reiteró su petición de condena a muerte para el acusado. La representante del Ministerio Público, en su último alegato, aseguró que Pablo Ibar no es el "buen hombre" que su familia ha descrito en su testimonio en la vista oral, sino "un asesino".
Además, volvió a solicitar que se visionara el video en el que se ve el triple crimen de Miramar. "Ustedes son testigos oculares de la pesadilla. 22 minutos que terminaron con la vida de estas tres personas", afirmó la fiscal dirigiéndose al tribunal.
Una cámara de seguridad instalada en el domicilio de Casimir Sucharski grabó a dos hombres, con la cara tapada, que irrumpían en su salón, golpeaban a las víctimas y, después, les mataban a tiros (esas últimas imágenes se han eliminado). Además, se observa a uno de los asaltantes que se quita la camiseta con la que cubría su rostro. Las imágenes, de muy mala calidad, fueron las que llevaron a la detención de Pablo Ibar y a su condena a muerte en el año 2000.
Los abogados del procesado han intentado convencer a los miembros del Jurado de que Pablo Ibar no debía ser condenado a la pena capital. Para ello, han insistido en los "nexos" que Ibar tiene con su familia y lo que supondría su pérdida.
Posteriormente, el Jurado se retiró a deliberar y, tras el receso, ante las partes y el coordinador del Tribunal, dio a conocer su sentencia de cadena perpetua.
Durante el proceso, el juez Dennis Bailey aceptó la mayoría de las pruebas y testigos solicitados por el Ministerio Público, y rechazó gran parte de las mociones planteadas por la representación legal del acusado, por lo que los abogados de Ibar consideran que tienen argumentos para impugnar la sentencia.
Entre otras cosas, Bailey apartó del jurado a la persona que se retractó posteriormente del veredicto, al alegar que había recibido "presiones", sin investigar los hechos, y también permitió que en la segunda parte del juicio, a instancias de la Fiscalía, el tribunal popular tuviera en cuenta un caso de robo y allanamiento de morada cometido en Miami-Dade tres semanas después del triple crimen en Miramar, por el que Pablo Ibar fue condenado a ocho años de pena, que ya cumplió.
Durante la vista oral, el propio Ibar perdió los nervios en la sesión del pasado lunes y acusó al juez de ir contra él y de favorecer "constantemente" al Ministerio Público.
En cualquier caso, la sentencia del jurado de este miércoles no pondrá fin a estos 25 años del proceso, ya que la defensa recurrirá la resolución ante el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida, al considerar que tiene "armamento probatorio más que sobrado" para que se anule la condena y se celebre un nuevo juicio, el quinto.
Según el portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, Andrés Krakenberger, esta vista oral ha estado "plagada de irregularidades", lo que les permite tener esperanzas en que se volverá a anular. No obstante, apuntó que, probablemente, este nuevo proceso del recurso de apelación se prolongaría durante seis años y considera que organizar una repetición de la vista oral supondría otros dos años.
FUENTE: Con información de Europa Press