MIAMI.– En medio del aumento de viajeros por la temporada navideña y el fin de año el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) puso en funcionamiento un nuevo sistema biométrico que busca agilizar el proceso de seguridad para miles de pasajeros diarios que viajan desde la terminal aérea.
La iniciativa incorpora portones biométricos eGates de la empresa CLEAR, instalados en las filas de TSA PreCheck, que permiten a los viajeros verificar su identidad sin necesidad de presentar una identificación física, dijeron los directivos del MIA.
Además, agregaron que el sistema utiliza tecnología de reconocimiento facial, un procedimiento que, según la compañía, tarda cinco segundos o menos para cumplir con su objetivo. Para completar el proceso, el viajero escanea su pase de abordar, se posiciona frente al portón y confirma sus credenciales mediante un escaneo facial antes de acceder al área de inspección de seguridad.
Esta opción está disponible únicamente para pasajeros inscritos en TSA PreCheck, un programa del gobierno que permite acceder a filas de seguridad más rápidas sin necesidad de quitarse los zapatos, el cinturón o sacar la computadora portátil, con un costo aproximado de $79.95 por cinco años, y que además sean miembros de CLEAR Plus, un servicio privado que funciona mediante una membresía anual de $209. Las filas regulares del aeropuerto continúan operando bajo el método tradicional.
CLEAR informó en un comunicado de prensa que asumió el costo total de la instalación como parte de una alianza público-privada con la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), sin que ello represente gastos para los contribuyentes.
Hasta el momento, la tecnología ha sido implementada en 20 aeropuertos principales de Estados Unidos, una expansión que coincide con la alta demanda de viajes durante las fiestas de fin de año y con los preparativos para la Copa Mundial de la FIFA del 2026, que atraerá a millones de visitantes de todo el mundo al país.
Autoridades federales adelantaron que este tipo de sistemas continuará expandiéndose en aeropuertos estratégicos, como parte de los esfuerzos por modernizar los controles de seguridad y optimizar la experiencia del viajero.