MIAMI. — Florida atraviesa una crítica situación financiera al consolidarse como uno de los estados con mayores problemas de solvencia del país, tras registrar una tasa de morosidad en tarjetas de crédito del 13% durante el segundo trimestre de 2025, nivel que supera con amplitud el promedio nacional del 9%.
Analistas y reportes económicos atribuyen este deterioro a la convergencia entre el elevado costo de vida en metrópolis como Miami y la rápida expansión de los servicios financieros conocidos como "comprar ahora y pagar después" (BNPL), que añaden capas de riesgo oculto a los presupuestos de miles de familias que ya operan al límite de su capacidad económica.
Auge de deuda invisible
La situación de Florida es particularmente delicada debido al volumen de su deuda acumulada, que alcanzó más de 97 mil millones de dólares, monto que ubica al estado en el tercer lugar nacional, solo por detrás de California y Texas.
A este escenario se suma una amenaza que los expertos denominan "deuda fantasma", que son los préstamos BNPL. Estos servicios permiten dividir compras en cuotas a corto plazo y suelen evadir los reportes tradicionales a las agencias de crédito.
Esta falta de visibilidad impide que los acreedores detecten cuando un usuario acumula múltiples préstamos en diversas plataformas simultáneamente.
Aunque las tasas oficiales de morosidad en BNPL parecen bajas a nivel nacional, la realidad del comportamiento del consumidor indica otra cosa.
Datos recientes señalan que el 42% de los usuarios de estos servicios incurrió en al menos un pago atrasado en 2025, una tendencia al alza frente a años anteriores.
El usuario típico de estos servicios contrata más de nueve préstamos al año y, en un 63% de los casos, mantiene múltiples obligaciones activas a la vez.
Impacto severo en historial crediticio
Las consecuencias de esta fragilidad financiera resultan devastadoras para el puntaje crediticio de los floridanos. Dado que el historial de pagos constituye el 35% del cálculo del puntaje FICO, un solo retraso de 30 días envía una señal de alto riesgo a los prestamistas.
Los análisis muestran que las caídas son drásticas: un consumidor con un puntaje excelente de 780 podría ver un descenso hasta los 620 puntos tras un solo incumplimiento mensual, mientras que alguien con 670 puntos podría caer al rango de los 520.
Es importante destacar que los prestamistas reportan la morosidad tras 30 días de retraso; los pagos tardíos previos a ese plazo suelen acarrear multas, pero no aparecen necesariamente en el reporte de crédito.
Este panorama resulta preocupante de cara a la temporada navideña. Los saldos de tarjetas de crédito alcanzaron un récord histórico de 1.23 billones de dólares en el tercer trimestre de 2025.
La presión cultural por el gasto festivo choca con una realidad donde el 31% de los compradores aún paga las deudas de la Navidad anterior.