MIAMI.– La justicia de Florida confirmó la apertura de la temporada de caza de osos negros después de que la jueza Angela Dempsey desestimó una solicitud de emergencia contra la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre (FWC).
Una jueza del Condado de León avaló el inicio de la temporada de caza de osos negros tras rechazar una moción de emergencia presentada por una organización conservacionista
MIAMI.– La justicia de Florida confirmó la apertura de la temporada de caza de osos negros después de que la jueza Angela Dempsey desestimó una solicitud de emergencia contra la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre (FWC).
La magistrada concluyó que el demandante, Bear Warriors United, no acreditó fundamentos legales suficientes para imponer una orden de restricción temporal ni demostró una probabilidad clara de éxito en su demanda.
Con este fallo, el periodo de cacería podrá desarrollarse desde el 6 hasta el 28 de diciembre de 2025.
Durante una audiencia virtual, Dempsey determinó que la parte demandante no presentó argumentos sólidos que justificaran detener el proceso administrativo.
La jueza recurrió al precedente de 2015, cuando una caza similar superó el escrutinio constitucional bajo la prueba de base racional.
Aclaró que el plan actual resulta más restrictivo que el aplicado hace una década, tanto por el límite de ejemplares autorizados como por la duración de la temporada, lo cual disminuye el riesgo para las hembras.
También rechazó las acusaciones de violaciones al debido proceso, al constatar que la FWC garantizó participación ciudadana mediante talleres y reuniones públicas previas a la aprobación de la normativa.
El punto central de la controversia gira en torno a la validez de los datos que sustentan la autorización.
El abogado Thomas Crapps alegó que la FWC adoptó la medida con base en estimaciones antiguas, pese a la existencia de modelos científicos más recientes.
La agencia defendió su decisión con cifras de 2025 que calculan una población de aproximadamente 4.050 osos negros y afirman que las principales subpoblaciones muestran crecimiento sostenido sin señales de disminución.
Con ese criterio, el plan prevé 172 permisos distribuidos en cuatro regiones —Panhandle Este, Norte, Florida Central y Sur— y permite abatir un solo ejemplar por licencia.
La reactivación de la caza provocó un rechazo mayoritario entre los residentes de Florida.
Sondeos recientes colocan la oposición entre el 75% y el 81%, un clima que impulsó manifestaciones en el Capitolio estatal y motivó que activistas adquirieran permisos a modo de estrategia para evitar muertes adicionales.
La experiencia de 2015, cuando la temporada concluyó en apenas dos días por el exceso de capturas, incrementa la preocupación social.
Aunque la apertura ya cuenta con aval judicial, la disputa legal continúa abierta y podría escalar en las próximas semanas.
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