Los porqué de Otaola
Según Otaola, la idea del recall surge de lo que él define como “clima de decepción” hacia la alcaldesa y de quejas recibidas de residentes. En su explicación, vincula el revocatorio a señalamientos de lo que califica como “mala gestión financiera de la actual administración condal y falta de transparencia”.
“La gente se ha decepcionado luego del resultado de la auditoría donde DOGE Florida señaló que 402 millones fueron despilfarrados y más de 300 millones han sido sobrecargados en impuestos.” También esgrimió “la falta de transparencia con la que presuntamente la alcaldesa y esta administración manejan absolutamente todo” y el hecho de que “la alcaldesa haya mentido sobre el tema de inseguridad, sobre el crecimiento de una población descontrolada que sobrecarga el sistema escolar, sobrecarga a los maestros y las ayudas públicas y además se ha despilfarrado muchísimo dinero en cosas que no benefician para nada”.
Después añadió: “Están desplazando a comunidades enteras, a minorías enteras, dándoles el poder total a los grandes desarrolladores en zonas como Wynwood y Midtown”.
Preguntado sobre la existencia de alguna estructura política detrás de esta iniciativa, el influencer negó que haya partidos u operadores políticos detrás del movimiento. “No hay más nadie. No hay ningún otro poder, no hay nadie de la política metido en esto. Somos yo y mi gente”, subrayó.
Supuestas trabas
Según Otaola, el principal obstáculo para echar a rodar el proceso de destitución fue la demora en transición de atribuciones desde el Condado hacia el Departamento de Elecciones como oficina constitucional independiente, se hizo casi un año después, señaló. “El Departamento de elecciones me regresó cinco veces la petición, sin decirnos que había un problema." La realidad es que “estuvieron todo un año trabajando, sin esos poderes hasta que se votó la pasada semana -2 de diciembre- en la Comisión”.
En su relato, esa confusión institucional retrasó la ruta correcta de, primero el formato/plantilla y luego de la aprobación de la forma y el contenido de la petición por parte del secretario de las cortes.
Nuevamente la petición
Aquí está el “cuello de botella” real del procedimiento, explicó. Sin aprobación de la forma de la petición, no se activa el reloj de los 120 días para recoger firmas.
Otaola lo resume así lo que necesita: “Debemos hacer algunas correcciones y volver a presentar la plantilla con la petición y para que sea aprobada por el secretario de las cortes. A partir del momento, en el que aprueben el recall, tenemos 120 días para recoger las firmas”.
Desde la oficina del secretario de las cortes, la respuesta oficial indica que el Clerk aprueba la forma, luego depura y certifica las peticiones firmadas, y finalmente informa los resultados a la Comisión del Condado.
Requisitos para un recall
En términos prácticos, la petición debe cumplir dos capas de exigencias. La primera es contar con la plantilla o el formato que lo provee y estandariza la oficina de la supervisora de las elecciones.
Según Alina García, supervisora de elecciones del condado, existe un formato con parámetros técnicos específicos para la petición, por ejemplo, límites de palabras para el título y la pregunta. Ese es el molde para que el secretario pueda evaluar si la petición “entra” o cumple con la norma.
Entre los requisitos exigidos están, “el título y el cuerpo de la petición de ser claro e incluir hasta una cantidad de palabras. Para eso existe este formato con el que los peticionarios tienen que someter la solicitud”, afirmó Garcia.
Lo que aprueban las cortes
Aunque el “formato” sea el correcto, es el secretario de las cortes quien se encarga de revisar que la petición cumpla requisitos técnicos y legales. En la comunicación dirigida a Otaola del pasado 8 de diciembre, el secretario Juan Fernández Barquín señaló que la propuesta fue rechazada por errores técnicos e identificó fallas típicas como: tipografía requerida, tamaño/estructura del documento y datos inconsistentes en el juramento del “circulator” (la persona que recoge firmas), entre otros.
Operativamente la carta de Barquín significa que Otaola debe corregir los errores señalados y entregar nuevamente la petición para que el Clerk pueda aprobarla, como paso previo a la recolección de firmas.
La supervisora de elecciones aclaró que su oficina no recibe, ni aprueba la petición inicial. Su trabajo consiste en apoyar con el formato y luego con la verificación de firmas.
“Nosotros no somos los que recibimos las peticiones, solo asistimos en la verificación de las firmas”, insistió.
Sobre el costo administrativo del de recall, García dijo, “cobramos 10 centavos por firma” en el proceso de verificación, y también señaló que una elección especial puede costar varios cientos de miles de dólares. “Pero nosotros estamos aquí para servir a la comunidad y si la comunidad quiere hacer un recall, entonces nosotros estamos dispuestos a chequear las firmas y hacer todo lo que haya que hacer”.
Verificación de las firmas
Otaola confirma el proceso. “A partir del momento en el que aprueban el recall, tenemos 120 días para recoger las firmas”. Una recogida que también tiene sus requerimientos legales. Según la ley, para que la petición sea válida se debe colectar el 4% del número de votantes registrados en el condado.
Aunque actualmente hay unos 1.6 millones de electores registrados, García explicó la cifra de votantes registrados varía y para saber a ciencia cierta cuanto sería el 4%, se debe determinar el número de votantes, en el momento que se apruebe la recogida de firma. No obstante, Otaola estima que serán en torno a “sesenta y tantos mil”. Otro aspecto importante es que en cada distrito solo se puede recoger hasta el 25% del total de las firmas necesarias. Con esta idea se busca que el proceso sea representativo de todo el condado, limitando la concentración en un solo distrito.
La supervisora de elecciones explicó que, para verificar las firmas de la petición, se utiliza el mismo método del voto por correo. Se contrastan las firmas recibidas con las que se tiene el Departamento de supervisión de elecciones en la base de dato de los votantes. También advirtió que se descalifican aquellas planillas firmadas con datos incompletos, o cuando no coincide la identidad, también las de aquellos firmantes que no estén registrados o no residan en el condado.
Teniendo en cuenta todos estos requerimientos, García recomienda “recoger unas 100.000 firmas por lo menos” para amortiguar las anulaciones y llegar al umbral válido.
Tras recibir los paquetes de planillas, se inicia la revisión que concluye cuando el Clerk certifica y comunica el resultado a la Comisión. Si se certifica que se alcanzó la cantidad necesaria, el órgano legislativo tiene entre 45 y 90 días para convocar a una elección especial y que sean los votantes quienes aprueben o rechacen la propuesta del revocatorio.
Si gana el revocatorio, se abre el camino a la sustitución mediante el mecanismo establecido. Es decir, una elección especial o la que corresponda según calendario y norma local.
“Un truco político”
Para abordar el tema DIARIO LAS AMERICAS intentó entrevistar a la alcaldesa Levine-Cava, pero solo obtuvimos una reacción de su asesor político y portavoz Christian Ulvert quien descalificó el esfuerzo del ‘influencer’ y lo presentó como un cálculo fallido.
“Es claro que Alex Otaola está tratando de coordinar un esfuerzo político profundamente defectuoso” señaló y agregó que se trata de “un truco político liderado por un candidato fracasado”. En 2024, Otaola se postuló a puesto de alcalde condal y fue derrotado ampliamente por Levine-Cava, logrando el 11.8% de los votos, frente al 57.9% logrado por la alcaldesa.
También sostuvo que la alcaldesa Levine Cava “permanece como la líder electa más popular del sur de Florida” y que los votantes percibirán el revocatorio como una maniobra sin base.
De nuevo la solicitud
En el estado actual, el referendo revocatorio no está desarrollándose a falta del paso habilitante. Para ello, Otaola deberá presentar nuevamente la petición ante el secretario de las cortes, corrigiendo los errores técnicos y ajustándose al formato requerido, para que el Clerk pueda aprobar la forma.
Solo después de recibir la luz verde del secretario de las cortes, se activa el plazo de 120 días para recolectar firmas y arranca formalmente la fase de validación, certificación y eventual convocatoria a una elección especial.
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Carta del Juan Fernandez Barquin, secretario de las cortes, a Alex Otaola
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Carta del Juan Fernandez Barquin, secretario de las cortes, a Alex Otaola